jueves, 23 de abril de 2020

IGLESIA DE SANTO DOMINGO DE SILOS DE ÚBEDA. TALLER DE FRANCISCO PALMA BURGOS


La instantánea muestra la imagen de un recinto sagrado el de la Iglesia de Santo Domingo, que se cerró al culto en 1936, y que  allá por real orden de 13 de Abril de 1847, en plena desamortización, dejó de ser Parroquia. Como ocurrió con San Lorenzo esta parroquia se suma a la Colegial de Santa María. Foto de Archivo Diego Godoy.

La instantánea muestra la desoladora imagen de un recinto sagrado el de la Iglesia de Santo Domingo, tras los avatares de la Guerra Civil de 1936, en que quedó sometido el inmueble.  Foto de Archivo José Manuel Almansa Moreno.

La instantánea muestra el aspecto actual de la Iglesia de Santo Domingo. Archivo Diego Godoy Cejudo.

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Esta iglesia ha sido parroquia durante más de 600 años, hasta que a mediados del S. XIX pasó a ser propiedad de una noble familia, la de los Orozco. Como ocurrió con San Lorenzo esta parroquia se sumó en aquellos años a la Iglesia Colegial de Santa María de los Reales Alcázares.

Cerrada al culto en 1936, y tras sufrir graves daños durante la Guerra Civil, sirvió posteriormente como almacén para guardar tronos y taller de escultura de artistas locales.

Su origen no se conoce con precisión, pero se puede situar entre los siglos XIII y XIV. Se puede encuadrar dentro de la tipología de las iglesias fortaleza.
La estructura de su fábrica, sin duda alguna reedificada con posterioridad, queda concebida dentro de postulados estilísticos de carácter gótico-mudéjar, propios ya de finales del siglo XV: Única nave de salón, con cabecera poligonal -o capilla mayor- destacada cubierta por bóveda de nervios rematados en florón y capillas laterales en su lado sur, entre contrafuertes.

Plano de la Iglesia en la Actualidad. Lugar de Actos Culturales Cofrades de Semana Santa. 1. Capilla Mayor (Enterramiento Padillas). Actual Escenario; 2. Salón de Actos y Exposiciones; 3.Trastero. (Enterramiento Torres-Anguís-Medinilla); 4. Trastero. (Enterramiento de los Ortega); 5. Ruinas de la Sacristía; 6. Atrio y Puerta Sur; 7 Antiguo Coro; 8. Capilla Plateresca (Enterramiento Molina_Puebla)

Plano de la Iglesia en la década de 1950. Lugar del Taller de Palma Burgos. 1. Antiguo Coro y lugar dónde se modelo y esculpió la fachada de la iglesia de la SAFA; 2. Estudio de Palma Burgos (Enterramiento Torres-Anguís-Medinilla) y (Enterramiento de los Ortega); 3; Zona de doradores y Canteros; 4 Zona de Tallistas y oficinas 5. Vestuario (Enterramiento Molina-Chirino); 6. Sacristía; 7 Atrio y Puerta Sur; 8. Capilla Plateresca (Enterramiento Molina_Puebla)





Sus portadas son de corte renacentista: la sur, plateresca, es de los años 1520-1525 y la norte, de la primera década del siglo XVII.  Y la edificación de la torre es de 1702, por el maestro, Francisco Caballero, siendo el prior de la iglesia Don Luis de la Peña.

TALLER DE FRANCISCO PALMA BURGOS EN LA IGLESIA DE SANTO DOMINGO DE SILOS.

Francisco Palma Burgos dejó en Úbeda un gran legado escultórico que es seña de identidad de la Semana Santa y que es admirado por miles de fieles y de estudiosos del arte.

Nacido en el seno de una familia de artistas, se formó junto con sus hermanos Mario y José María en el taller de su padre, el escultor antequerano Francisco Palma García, continuador en el siglo xx de la tradición escultórica malagueña, que se remonta a la época de Pedro de Mena.


Con diez años de edad se traslada a la ciudad de Antequera (Málaga), donde ejecuta sus primeros estudios en la escuela de José Villalobos. A su vuelta a Málaga ingresa en el Instituto nacional de enseñanza de la calle Gaona y comienza su enseñanza como artista acudiendo a la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de la calle Carretería. Más tarde se inscribe en la Escuela de Bellas Artes de San Telmo, situada en la plaza de la Constitución, donde logró el Primer Premio de Modelado con su obra titulada Cabeza de discóbolo, que se conserva actualmente como modelo.


Francisco Palma Burgos en su estudio rematando una imagen de un Cristo Crucificado. Actual Capilla Enterramiento Torres-Anguís-Medinilla. Foto Archivo PEMA. 



Capilla Enterramiento Torres-Anguís-Medinilla, en la actualidad. Antiguo Estudio de Francisco Palma.

Capilla Enterramiento de los Ortega, en la actualidad. Antiguo Estudio de Francisco Palma.




En el año 1934, cuando contaba dieciséis, fue pensionado por el Ayuntamiento de Málaga para continuar sus estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de Madrid. Su estancia en Madrid se vió frustrada por el estallido de la Guerra Civil, que le obligó a regresar a Málaga, donde continuó su formación. En el año 1937 obtuvo el Premio de Pintura de la Sociedad Económica de Amigos del País, y la Medalla de Oro en la Exposición de san Rafael en Córdoba, a la que presentó Busto de Dolorosa. La obra fue adquirida por Esteban Pérez Bryan, siendo cedida más tarde por la familia a la iglesia de Santo Domingo.


El año 1938 presume un hito importante en su vida, ya que el 19 de diciembre fallece su padre, lo que lo convierte en el maestro del taller familiar, que tenía una actividad muy importante, ya que una gran parte de la escultura religiosa malagueña había sido destruida en los incendios y quemas de iglesias y conventos los años de la República y la Guerra Civil. Su primer trabajo fue la terminación de la obra del Cristo de los Milagros de la hermandad de Zamarrilla, que había sido iniciada por su padre.

Es también el momento en el que empieza a recibir todo tipo de reconocimientos sociales y profesionales. Es nombrado profesor asistente de Modelado y Escultura de la Escuela de Bellas Artes de San Telmo y asesor artístico de la Junta de Reconstrucción Pro- Obispado. De este modo se convierte en el escultor predilecto por las cofradías e instituciones religiosas de Málaga para la reposición de las imágenes titulares destruidas.

En el año 1940 realiza una de sus obras más importantes, El Cristo de la Buena Muerte, que debía sustituir a la obra realizada por Pedro de Mena, que fue quemada en al año 1931. Se hicieron gestiones para que la obra fuera expuesta en Madrid, en el Palacio de Cristal, pero fue rechazada por la juventud del autor. A pesar de ello se consiguió la protección de altos personajes del régimen franquista, como José Luis Arrese y Millán Astray, para que fuera presentada en el año 1942 en el Salón Cano de Madrid. La obra recibió todo tipo de felicitaciones y reconocimientos, entre los que destacó la pensión concedida por el Centro de Relaciones Culturales del Ministerio de Asuntos Exteriores para cursar estudios en la Escuela de Bellas Artes de Roma, donde se graduó en el año 1943.

En la década de 1940, se instala temporalmente en Madrid, donde obtiene el Primer Premio convocado por los duques de Medinaceli para la realización del trono del Cristo de la iglesia de los padres capuchinos. Participa, en competencia con los talleres Granda y Loscertales, con dos diseños: uno en maqueta y otro en acuarela. Durante su estancia madrileña realizará varias obras enmarcadas dentro de la tradición neobarroca para la cofradía de los Carpinteros de la iglesia de la Santa Cruz de la calle de Atocha, así como de temática profana, como fue la Ninfa, realizada en mármol y estética clasicista para los jardines de la residencia de Nino Nanetti.

En el año 1949 deja el taller de Madrid y se instala en la iglesia de Santa Marina de Andújar, que se encontraba cerrada al culto. Al año siguiente se traslada a la ciudad de Úbeda, donde monta su taller en la iglesia de Santo Domingo. Durante diez años mantendrá una ingente actividad que abarca la pintura, la restauración, los monumentos urbanos, imágenes religiosas y tronos procesionales para iglesias y cofradías de la comarca de la Loma.

En 1960 se produce un brusco cambio en su trayectoria vital y artística. Decide trasladarse a Italia y abrir un nuevo taller en la localidad de Castell Sant’Elia, cerca de la ciudad de Viterbo. A partir de ese momento desatiende la escultura y se dedica a la pintura y a la restauración de frescos con el Vaticano, el Palacio de los Borgia en Civita Castellana y el Duomo de Nepi. En esta época recibió numerosos premios y distinciones como el Dante Alighieri, Leonardo da Vinci, Ministro della Difesa, Medalla de Oro y Diploma en la Exposición Internacional de Castello Farnese de 1962, medallas de oro de las ciudades de Castell Sant’Elia, Visso, Foggia y Nepi e ingresa como miembro de la Escuela Viterbina y de la Accademia Tiberina de Roma.

A pesar de su estancia italiana, nunca dejará de estar en contacto con su ciudad natal, realizando varias exposiciones en los sesenta. En 1985, el año de su muerte, se le encarga su última obra, el Jesús del Santo Suplicio, de la cofradía de Zamarrilla, lo que le haría exclamar a cuatro meses de su fallecimiento el 31 de diciembre: “Con Zamarrilla empecé a mis 20 años y con Zamarrilla término”.

Como dije anteriormente, se utilizó esta Iglesia de Santo Domingo,  como taller del escultor e imaginero malagueño Francisco Palma Burgos, a la vez que de escuela para otros artistas que estuvieron de aprendices con el maestro.


Grupo de aprendices de la escuela y colaboradores de Francisco Palma Burgos, en la Iglesia de Santo Domingo. Foto Archivo PEMA. 


Felipe Toral Valero en su obra Vida Y Obra De Palma Burgos. Escultor Y Pintor, nos relata: “…Donde verdaderamente desarrolló con intensidad todo su trabajo en Úbeda, fue la iglesia de Santo Domingo, aún cerrada al culto, desde el año 1952, fecha en la que fueron entregadas las llaves en régimen de un modesto alquiler por el párroco D. Manuel Hidalgo Sierra…”.

“…Utilizó la parte del altar mayor para la talla, a continuación se encontraba la carpintería, siguiendo a lo largo de la iglesia los doradores y canteros, para terminar en el coro, donde trabajaba con el barro. En tres capillas contiguas montó su estudio a modo de oficina, y donde desarrollaba la propia administración y el trabajo de los bocetos…”.


El presbiterio de la iglesia, (lugar donde estaba la zona de los tallistas de la Escuela de Palma Burgos), está cubierta con bóveda de crucería sustentada por capiteles románicos; fue dado su patronazgo en 1238 a Fernán Gómez de Padilla. Su retablo del altar mayor, destruido durante la Guerra Civil, era del siglo XVI y de no mala factura, con heráldica de la familia Padilla .En el suelo del presbiterio, de madera aún podemos ver pero en mal estado; una lápida en mármol con el escudo heráldico de los Padilla.

A la izquierda del mismo presbiterio encontramos una bella portada clasicista perteneciente al antiguo enterramiento de los Molina y Chirino, (este lugar tabicado durante la estancia de Palma Burgos, en esta iglesia, fue utilizado para vestuario, de los operarios del taller). En frente se halla una bella capilla gótica, que perteneció a los Ariza y Castillo (lugar donde estaba el despacho de Francisco Palma).

Ya fuera del presbiterio, y en el lado sur de la nave de la Iglesia; tenemos dos capillas, que en el siglo XVIII sus portadas fueron tabicadas, para levantar bellos retablos barrocos desaparecidos en 1936. Interiormente, ambas estaban unidas entre sí.

La primera capilla es el enterramiento de los Ortega y Medina, bajo la advocación del Carmen, fue la más notable del templo; presenta una monumental portada pro plateresca con bellos grutescos y se cubre con bóveda de terceletes, con elementos antropomórficos en las ménsulas de la bóveda. Al lado de esta tenemos la antigua Capilla de Jesús Nazareno; según Barranco Delgado fue fundado antes de 1559 por Álvaro de Torres y Mesa. Perteneciendo su patronazgo  a los Torres, Anguis y Medinilla. Como ya dije, estas dos capillas unidas entre sí, durante la estancia del escultor Palma Burgos, fueron utilizadas como su propio estudio de bocetos, modelado, tallado y restauración.

Francisco Palma, modelando la imagen de San Juan de la Cruz; Al fondo Tribuna del Coro de la Iglesia. En las reformas acaecidas en 1981,  la tribuna del coro desaparece y este lugar fue reducido y modificado con elementos armeros procedentes de desaparecidas iglesias como la de Santo Tomás o San Juan de los Huertos. Foto archivo PEMA.
Saliendo ya de este lugar; nos  topamos con el atrio de la puerta Sur. De estilo Ojival se cubre con bóvedas de terceletes, cuyas ménsulas se decora de elementos vegetales. Así en nuestra izquierda tenemos el antiguo enterramiento de los Ojedas.


Pies de la Nave de Santo Domingo y Tribuna del Desaparecido Coro. Foto Archivo Diego Godoy

Aspecto de los Pies de la Nave de Santo Domingo; tras la restauración de 1970. Foto Archivo José Manuel Almansa Moreno


A los pies de la iglesia, se hallaba el Coro, la Capilla del Cristo del Pozo; y el enterramiento de los Peñuela y los Banderas. Durante los años de utilización de la Iglesia como taller; aquí se modeló y labró el grupo escultórico de La representación de Cristo Rey, de la fachada de la Iglesia de San Juan Bautista (SA.FA).


La sede de la SAFA en Úbeda cuenta en sus instalaciones con una residencia y con la Iglesia de San Juan Bautista. El monumental relieve de la fachada de la iglesia (de más de 100 metros cuadrados) fue obra del escultor y pintor Francisco Palma Burgos (1918 - 1985).



La representación de Cristo Rey, recibiendo el homenaje de la juventud y de la humanidad desvalida. Así, aparece Dios Padre protegiendo y derramando su gracia, rodeado de efigies de niños y aprendices con útiles de trabajo, con las alegorías de la Caridad y la Esperanza, con un total de 32 figuras.

En definitiva se trata de un Cristo en el Monte Tabor. Palma Burgos comenzó el proyecto a últimos del año 1952, utilizando en su realización piedra caliza de cantería, en un extraordinario relieve de más de cien metros cuadrados. El tiempo empleado fue de cuatro años y cinco meses.

En las reformas acaecidas en 1981,  la tribuna del coro desaparece y este lugar fue reducido y modificado con elementos armeros procedentes de desaparecidas iglesias como la de Santo Tomás o San Juan de los Huertos.

         Según me contó en su día José Dueñas (d.e.p.). :… -la portada gótica del enterramiento de Cobos en Santo Tomás, junto otros elementos arquitectónicos de la citada iglesia; fueron desmontados; para ser trasladados en los inicios de la década de los ochenta del siglo XX, bajo consejo de Rafael Vañó Silvestre a la desaparecida capilla de los Peñuelas y coro de Santo Domingo, tal como hoy lo contemplamos- …” Así mismo, sabemos por Barranco Delgado; que en el antiguo emplazamiento de la Capilla del Cristo del Pozo; tenemos un relieve que representa un DENUSDEI; procedente de San Juan de los Huertos.

Tras la marcha del escultor y su posterior traslado en 1960 a Italia y abrir un nuevo taller en la localidad de Castell Sant’Elia;  la ubetense iglesia vuelve a cerrar sus puertas y  es rezagada al abandono.

En 1972 se restaura y ordena la lonja de acceso. En la década de 1980, se realiza el saneamiento de cubiertas, solería y humedades. Restauración, efectuada bajo las órdenes del arquitecto Llopis Solbes, José Antonio.

Sobre el año 1981, la iglesia es cedida al Ayuntamiento por cien años; implantándose en primer lugar el almacén del Museo Arqueológico; para luego ser utilizado; en 1989; por la Escuela Taller; quien la acondiciona como taller de Oficios. Y Carpintería

Desde hace más de 20 años, está proyectado instalar en dicho recinto el Museo de Semana Santa de Úbeda. Ya que fue cedida a la Unión de Cofradías de Semana Santa de la ciudad, por el obispado de Jaén.

Actualmente se realiza en ella, actos religiosos y culturales, y exposiciones relacionados con el mundo cofrade de la Ciudad.

Por último, el pasado 10 de Febrero de 2019, en la iglesia de Santo Domingo de Silos, dentro de los actos celebrados por el primer centenario del nacimiento de Paco Palma Burgos,  se descubrió una placa en honor al imaginero, pues durante mucho tiempo tuvo aquí su taller. Como ya hemos repasado en este trabajo.

Francisco Palma Burgos, insigne escultor e imaginero, malagueño de nacimiento y ubetense de adopción.

Bibliografía Consultada:





Felipe Toral Valero. Vida Y Obra De Palma Burgos. Escultor Y Pintor. Año 2004.

Juan Gabriel Barranco Delgado. Escudos Heráldicos de Úbeda. Año 2002.
HERRADOR MARÍN, Pedro Mariano. "Nuestras Cofradías en el siglo XX", Tres Tomos.

Juan Ángel López Barrionuevo.

Úbeda 23 de abril de 2020.



domingo, 19 de abril de 2020

Iglesia de San Nicolás de Bari de Úbeda; Antiguo Retablo Cristo de la Caída. Juan Ángel López Barrionuevo.


Iglesia de San Nicolás de Bari de Úbeda; Antiguo Retablo Cristo de la Caída.
Juan Ángel López Barrionuevo.


Antiguo Retablo que albergaba la imagen del Cristo Caído obra de Rafael Rubio Vernia,, este bien mueble fue vendido por la Parroquia de San Nicolás, durante las reformas de la iglesia de los años 1998-1999. Junto a otros dos retablos realizados por Francisco Palma Burgos. Foto de Alda, Fernando
Grupo escultórico de la Virgen de las Lágrimas, que ocupan actualmente el lugar del retablo desaparecido.



Primero en la nave del Evangelio de la desconocida Iglesia de San Nicolás de Bari, se sitúa el actual  Altar de culto de la Cofradía de Semana Santa de Nuestra Señora de las Lágrimas. En otros tiempos, se alzaba aquí el altar de Santa Ana, como así lo atestigua Ruiz Prieto:

“Colateral a la puerta principal, cuyo cancel se hizo en los años de 1848 al 1850 por el maestro carpintero de Úbeda Juan María Martínez, y que para colocarlo hubo necesidad de cortar la tribuna del órgano en la anchura de la primera nave, está el altar de Santa Ana, cuyo retablo se hizo en 1766, costeado por doña Josefa Rubio, para colocar a Nuestra Señora de la Paz, cuya antigua imagen ha desaparecido de la Iglesia”.

Desde mediados del siglo XX, hasta el año 2012, aquí  en este lugar se ha  venerado la imagen de un Cristo Caído.

En 1998, desaparece el retablo que albergaba dicha imagen, ya que este retablo, es vendido por la Parroquia. Francisco Anguita Gámez fue el párroco, que vendió el comentado bien mueble, durante las reformas de la iglesia de los años 1998-1999. Junto a otros dos retablos realizados por Francisco Palma Burgos, a una parroquia de Guarromán,

En cuanto a la citada imagen de Jesús Caído, cabe decir que  el 11 de Abril de 1970, la parroquia de San Nicolás de Bari, hace donación a la Cofradía del Cristo de la Clemencia de Jaén, de un San Juan Evangelista, (anónimo Siglo XIX) que se veneraba  en la iglesia, a cambio de un Cristo Caído. Esta imagen de San Juan, se vestía de Ángel, para la procesión del Domingo de Resurrección.

Cristo Caído de la iglesia de San Nicolás, obra de RAFAEL RUBIO VERNIA. Foto de Marcos Expósito


Jesús Cabaco Y Jesús Abades, nos cuenta acerca de esta imagen:

“La cofradía jienense del Cristo de la Clemencia fue fundada en 1593; tras diversos avatares y una primera reorganización en 1850, fue reorganizada  de nuevo en 1945, el mismo año en que la escultora valenciana Josefina Cuesta realiza  una talla de Jesús de la Caída en madera (cabeza y manos) y  escayola (túnica) policromadas, a la que el también valenciano Rafael Rubio Vernia labró nueva cabeza en 1950 pues la anterior no acababa de satisfacer al donante de la obra –Francisco González Quero, gobernador de la Cofradía de la Vera Cruz tal y como narra la prensa de la época-; sin embargo, el resultado de esta remodelación tampoco fue el esperado, de ahí que cinco años después se decidiera encargar una obra nueva y completa al granadino Emilio Navas-Parejo, hijo del afamado artista José Navas-Parejo Pérez. El primitivo simulacro recibe culto desde el año 1970 en la Parroquia de San Nicolás de Bari del municipio de Úbeda (Jaén)”.

Gracias a esta última información acerca del Cristo Caído de la iglesia de San Nicolás, sabemos que Úbeda, cuenta con una obra del escultor valenciano Rafael Rubio Vernia, en su rica y variada imaginería religiosa contemporánea.

RAFAEL RUBIO VERNIA (Valencia 1923-Madrid, 1986) fue un indiscutible valor de la escultura valenciana, formado en la Escuela Superior de BB. AA. de San Carlos, que nos llegó en 1951, ya con experiencia docente en la disciplina de Modelado que impartirá en la Escuela de Jaén, donde además ejerció la dirección, hasta su traslado, doce años después, a la Escuela nº 1 de Madrid.

Fructuosa fue aquí su labor, haciendo esculturas de densa corporeidad, de sólidas cabezas orondas y marcadas facciones silenciosas al modo de los clásicos griegos. Atendió a encargos religiosos. Para la Cofradía del Resucitado de Jaén, talló en 1952 la imagen titular de dicha hermandad

Las sacudidas décadas que, artísticamente hablando, siguieron a los años de la Guerra Civil española dejaron atrás un respetable número de imagineros que, por una u otra razón, no llegaron a cuajar en la Semana Santa de la provincia, y su obra quedó finalmente relegada al olvido o enviada a puntos muy alejados de aquellos para los que había sido realizada. Entre ese grupo de artistas, sin duda, el que recibió peor trato fue Rafael Rubio Vernia.



El Cristo de la Caída, obra de Rafael Rubio Vernia, recibe actualmente culto en el testero de la nave del Evangelio, de la iglesia de San Nicolás, colateral a la Capilla de la Santa Cena. Ya que como dije anteriormente, las imágenes titulares de la Cofradía de la Virgen de las Lágrimas, ocupan la anterior ubicación, de la imagen estudiada.

Fuentes:
Escultura novecentista en Jaén hasta el vanguardismo de los años sesenta. Maestros e iconografías.  José Domínguez Cubero
SELECCIONES... MES DE JUNIO (IV) www.lahornacina.com. Jesús Cabaco Y Jesús Abades
RUIZ PRIETO, Miguel. Historia de Úbeda.