viernes, 31 de mayo de 2019

El Emparedamiento De Sancho Iñiguez. (Hoy Juzgados).15 Años de su última polémica restauración.

El Emparedamiento(*)  De Sancho Iñiguez. (Hoy Juzgados). 15 Años de su última polémica restauración.


 Emparedamiento de Sancho Iñiguez (actuales Juzgados) sufrió la desaparición de su patio interior en la década de los 70, para después mutilar su exterior con un 'palomar' de piedra como cierre lateral, y cierres de madera de diseño vanguardístico que sustituyeron sus históricas ventanas de forja. En la Foto de JUAN VERA ALCALÁ Fachada del inmueble, en el año 2003 antes de la última intervención.
Aunque ya ha sido demasiado tarde, por motivo de que las obras de adecuación del edificio, han terminado. Siendo, a mi juicio, una moderna sede de juzgados de primera y segunda instancia, tan necesaria para las competitividades del siglo XXI. Cuya remodelación ha respetado el único elemento original del edificio, su fachada y el escudo episcopal, y la misma, según mi opinión, ha sido menos grave a la realizada en los años sesenta. Ya que como he dicho anteriormente, su  muralla árabe, patio mudéjar y portillo morisco, fue pasto de la piqueta. En la Foto de Viaje Universal,  aspecto actual del inmueble tras le rehabilitación.
Antiguo Patio desaparecido en los años de 1970. Foto de José Luis Latorre

Aspecto actual del Interior de edificio. Foto de Lorenzo Molina Hortal




Como todo sabemos los emparedamientos eran una especie de conventos sin reglas monásticas específicas, donde se agrupaban mujeres de distinto estado y condición, en especial pobres, para vivir en comunidad y ofrecer sus oraciones  al Creador.




            Así el historiador Ruiz Prieto nos dice que existieron en la ciudad diversos establecimientos religiosos compuestos por mujeres de diversa condición y edad, los cuales se situaban  en las parroquias de Santo Tomás, Santo Domingo, San Pedro, San Millán y Santa María.

            Según nos afirma el investigador Juan Barranco[1], de todos los emparedamientos que hubo en la ciudad sólo se tiene documentación algo extensa sobre sus patronos del fundado por doña Mencía López de Zambrana, este estuvo situado en la Plaza Vázquez de Molina, en el edificio que actualmente ocupan los juzgados. Así, las componentes de esta comunidad seglar parece ser que se regían por la regla de la Orden Tercera de San Francisco. 

            A este emparedamiento se le llamó también Casa de los Abades[2], por haberse servido de ella los abades de la Universidad de Priores y Beneficiados de Úbeda. Desde 1723 ya desaparecido el emparedamiento pasó a ser denominado Cárcel del Obispo, que anteriormente estaba en la calle de las Parras.

            Así el 5 de Agosto de 1944, el inmueble es adquirido por el Ayuntamiento de la ciudad a su última propietaria Magdalena Orozco y Esteban. Años después, entre 1950 y 1963, se procede a la remodelación o pérdida del edificio original por Bellas Artes, siendo consejero local Rafael Vañó Silvestre. El edificio original destruido en tiempos de la Dictadura, se organizaba en torno a un patio central de planta cuadrada, porticado con arcos apuntados sobre pilastras. El mismo quedaba de cierto modo eclipsado, en cuyo fondo se contemplaba impecable una puerta o postigo con su soberbia muralla, una de las que daba paso otrora al barrio del Alcázar.


Tras la finalización de este grave atentado patrimonial, bajo la dirección del juez Rafael Vañó, en noviembre de 1969, es inaugurado en este nuevo edificio los juzgados de primera instancia. Años después, en Julio de 2003, recién declarada la ciudad  por la UNESCO, junto a Baeza; Patrimonio de la Humanidad, comienza nuevas obras de adaptación en el inmueble, de un edificio de nueva planta, acorde con las necesidades actuales.


            Al comienzo de las obras, el 25 de Agosto de 2003, se encuentra los restos arqueológicos, del antiguo edificio que no se llegó a respetar. Además se halló una ventana del edificio citado que daba a la nave central de la Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares a través de la cual las seglares del Beaterio oían misa.
           
            Debido, a las últimas obras de nueva planta, la asociación Caballeros Veinticuatro,  (pincha aquí) integrada por un grupo de ubetenses muy vinculados a su ciudad, critica el muro lateral del edificio nuevo de los juzgados, que ha sido construido recientemente como parte de las obras de nueva planta de este inmueble, y cuyo aspecto es bastante modernista con respecto al entorno monumental en el que se encuentra. Concretamente, se trata de una pared compuesta de grandes losas que se alternan formando vanos, a modo de celdillas de una colmena o como una celosía, y que ha dado lugar a cierto movimiento social en su contra, recibiendo las críticas continuadas de diferentes sectores ciudadanos.

            Los Caballeros Veinticuatro, antes de que finalizó la intervención, redactaron un escrito mostrando su más absoluta repulsa y que ha sido remitido al alcalde y al concejal de Obras de la ciudad, así como a la delegada provincial de Cultura, consejero de Cultura, Defensor del Pueblo Andaluz, y al Comité Español del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), una organización no gubernamental que se encarga de asesorar a la UNESCO en temas de Patrimonio de la Humanidad.
           
            Los principios de este colectivo es que el muro en cuestión es de un estilo vanguardista que nada tiene que ver con la zona en la que se encuentra, nada menos que frente a un palacio renacentista y en la plaza más monumental y emblemática de la ciudad. Así, el alcalde no se mostró contradictorio a esta construcción, a la vez que afirmó que nada podía hacer porque la obra tiene todos los informes, requisitos y permisos necesarios, tanto de los actuales técnicos del Ayuntamiento como de los de la Delegación Provincial de Cultura y la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía.


            De la misma forma, consideran que esta estructura, con su tremendo impacto, vulnera la consonancia y pureza del entorno histórico, y que «más de uno se va a sentir atraído a escalar el muro, por lo fácil que lo pone su textura, con el peligro que ello conlleva». También piensan los Caballeros que esa gran cantidad de huecos invita a tirar o lanzar piedras u otros objetos para encestar, «con lo que se conseguiría un muladar colgante en plena zona monumental», además del problema que podría darse de anidamiento de aves.

            Aunque ya ha sido demasiado tarde, por motivo de que las obras de adecuación del edificio, han terminado. Siendo, a mi juicio, una moderna sede de juzgados de primera y segunda instancia, tan necesaria para las competitividades del siglo XXI. Cuya remodelación ha respetado el único elemento original del edificio, su fachada y el escudo episcopal, y la misma, según mi opinión, ha sido menos grave a la realizada en los años sesenta. Ya que como he dicho anteriormente, su  muralla árabe, patio mudéjar y portillo morisco, fue pasto de la piqueta.

Descripción del Edifico, por Consejería de turismo, regeneración, justicia y administración local de la Junta de Andalucía.



La sede judicial de Úbeda ocupa la antigua Casa de los Abades, edificio del siglo XVI, momento de mayor esplendor cultural de la ciudad, que fue construido para acoger un beaterio femenino. En 1614 se inició la fachada actual y a finales del siglo XVIII, como Cárcel del Obispo, fue reformado. Tras unas primeras obras de adaptación del edificio para su uso judicial llevadas a cabo en 1960, una reforma integral ha permitido albergar en él los órganos y servicios de la Administración de Justicia del Partido Judicial de Úbeda y está en funcionamiento desde 2005.

El valor arquitectónico del inmueble y su situación, en la plaza Vázquez de Molina, representativo  espacio público del Centro Histórico de Úbeda, han condicionado la reforma.

La organización del edificio alrededor de un patio se ha potenciado al concebir el principal espacio central como vestíbulo y fuente de luz natural, cubierto por una liviana estructura metálica y un lucernario. En torno a él se han organizado todas sus dependencias, conservándose los elementos originales, previos a la reforma de los años sesenta. Destaca el relabrado del muro de fachada a la calle Santa María con elementos pétreos que posibilita la entrada de luz natural a las estancias interiores.

En planta baja se han situado las dependencias de mayor afluencia de público, Registro Civil, con Sala de Bodas, Servicios Comunes del Partido Judicial, Clínica Médico-Forense y Sala de Vistas. La planta superior alberga las dependencias judiciales y fiscales, con los espacios de oficina abiertos a dos de las galerías que circundan el patio.

Entre ambas plantas, una escalera inscrita en el patio y un ascensor paralelo a ella constituyen el núcleo de comunicación vertical del edificio para todo tipo de usuarios.
                       
Juan Ángel López Barrionuevo. 




[1]              Los antiguos emparedamientos. Juan Barranco Delgado. Págs. 26-28. Anuario núm. 2. año 2.000. 
[2]              Historia de Úbeda en sus documentos, tomo III. Pág. 365. Ginés Torres Navarrete. 

(*) EMPAREDAMIENTO: Este concepto de clausura, eran de dos tipos:
- El que hemos visto en este relato, como recogidas de mujeres de aspecto religioso.
- Anteriormente tenía carácter de castigo que se imponían a las mujeres por sus faltas o delitos cometidos.

miércoles, 1 de mayo de 2019

Auditorio de Las Ruinas de San Francisco de Baeza; abierto al Turismo y Auditorio del Hospital de Santiago de Úbeda, cerrado al Turismo

En primer lugar dar la enhorabuena a la concejalía de turismo de la hermana ciudad de Baeza, por su iniciativa de permitir la entrada a turistas al Auditorio de las Ruinas de San Francisco, obra cumbre de Vandelvira.

Caso contrario,  en Úbeda nos lamentamos de que no se permita la entrada al Auditorio del Hospital de Santiago (Antigua Capilla ), a turistas.









Varios aspectos de las Ruinas de San Francisco de Baeza. Damos la enhorabuena a la concejalía de turismo de la hermana ciudad de Baeza, por su iniciativa de permitir la entrada a turistas al Auditorio de las Ruinas de San Francisco, obra cumbre de Vandelvira.



Caso contrario en Úbeda nos lamentamos de que no se permita la entrada al Auditorio del Hospital de Santiago (Antigua Capilla ), a turistas. Baeza siempre nos saca la delantera.





En segundo lugar, aportamos estas Curiosidades  escrita por , sobre las Ruinas de San Francisco de Baeza.
 


¿Conocéis la historia de las ruinas más visitadas de Baeza? Son las llamadas ruinas de San Francisco o las de la capilla de los Benavies.
A principios del S.XVI, aprovechando los años de prosperidad que vivía la ciudad, los monjes franciscanos acuerdan la construcción de un nuevo templo debido al mal estado del construido durante la reconquista. El patrono que por entonces tenía la comunidad no presentó mucho interés, por lo que se buscó la colaboración de otros patronos, siendo los elegidos la noble familia baezana de los Benavides.
Entusiasmados con el proyecto deciden que la capilla será su lugar de enterramiento, un lugar a la altura de la capilla del Salvador, el monumento funerario por excelencia de la vecina Úbeda. No sabemos si por el “pique” que existe desde tiempo inmemorial entre las ciudades, o por afán de ganarse un lugar en el cielo, la empresa es encargada nada más y nada menos a Andrés de Vandelvira, que proyecta una construcción colosal que debe ser llevada a cabo en un breve espacio de tiempo, lo que obliga al arquitecto a acelerar las cosas y dedicarse a ella en exclusiva.
La obra de 50 metros de altura, con unas impresionantes bóvedas decoradas con pintura es finalizada en 1546, en tan solo 6 años. Esta, debía haber sido una de las obras cumbre del Renacimiento andaluz, pero una serie de infortunios quiso que solo llegara a nuestros días el recuerdo y unas ruinas imponentes.

La caída

En el año 1644 se desencaja la clave de uno de los arcos principales de la bóveda de la capilla mayor y se abre una grieta que amenaza con derrumbe, por lo que se inicia la primera de muchas restauraciones. Pero en 1755, el infame terremoto de Lisboa afecta a la Iglesia con herida de muerte, por lo que se decide desmantelar la cúpula para luego restaurarla.

Pero la restauración no llegaría nunca… con la llegada de los franceses se produce un grave expolio y deterioro, delegando la majestuosa obra de Vandelvira a cuadra para los caballos, arrebatándole, para siempre, el esplendor que le correspondía por justicia.
Tras la desamortización de Medizabal, el edificio se adentra en el siglo XX como vivienda, mercado, horno de pan, taller de carruajes, librería, teatro, hospedaje para viajeros…
En 1988 se decide dotarlo de nueva solería y pilares de cemento que sustentan los arcos de acero que hoy hacen de esquema de lo que un día fue la bóveda. Restauración no exenta de polémica, pero que nos ayuda a imaginar lo que un día fue, la imperfecta obra del perfecto proyecto de Andrés de Vandelvira.