martes, 13 de marzo de 2018

El Retablo de la Capilla del Deán Ortega. Mejoras

La imagen de María Santísima de la Concepción es una obra de belleza enorme que responde escrupulosamente al encargo de la hermandad y que no deja a nadie indiferente ya que se escapa del estereotipo de imágenes de vestir ya que forma parte de un grupo escultórico que dará sentido pleno al proyecto de la hermandad presentado ante el obispado. No es una Virgen de palio ni será llevada por costaleros, pues irá sobre un trono a ruedas y sólo procesionará en la noche del Miércoles Santo, no formando parte de la Procesión General del Viernes Santo. Es una imagen de talla completa en madera de cedro y formará un grupo escultórico junto a dos ángeles. Se venerará en la capilla del Deán Ortega de la iglesia de San Nicolás de Bari, una capilla que siempre ha sido de la Inmaculada Concepción, hasta que esta imagen fue destruida en la Guerra Civil. Fotos de la Cofradía de la Santa Cena y J.A.L.B.



Capilla del Deán. Retablo.Foto: 1910.Pelayo y Mas.Copia en negativo.    
 
 El cuerpo central del retablo desaparece en el período de la guerra civil. Como puede observarse, la representación es de la Virgen María elevada por ángeles al cielo y  contemplada por la Santísima Trinidad. Nos dice Ruiz Prieto que este conjunto estaba adornado por cuatro cuadros que representaban pasajes de la historia de María y Jesús y los atribuye a Julio de Aquiles.Éste podría ser, al mismo tiempo, el que policromara el retablo que se atribuye a Juan Reolid.


De él, en la actualidad, conservamos su mesa y estructura: dos pares de columnas abalaustradasfriso superior de grutescos y un muy volado entablamento y cornisa, semejante a la composición establecida por Andrés de Vandelvira  para la portada de acceso a la sacristía del Salvador.

En la foto gentileza de Francisco Javiero Ruiz Ramos, observamos que el retablo debió presentar tres calles, enmarcadas por pareadas columnas, ocupando la central una hornacina con la imagen de la "Tota Pulchra", de talla natural, elevada por los ángeles y coronada por la Santísima Trinidad



Una obra excepcional, tanto por lo temprano de su ejecución, como por la suntuosidad iconográfica y monumental de su fábrica, es la capilla mandada levantar por don Fernando Ortega Salido hacia 1530 en la parroquia de San Nicolás De Bari. 

Esta capilla, situada al lado del evangelio entre el crucero y su arco toral, previamente había debido pertenecer al linaje Molina y Salido, con quienes habían emparentado los Ortega al casar el padre de nuestro deán con una miembro de la familia Salido, doña Elena.

Es muy probable que, nada más tomado posesión Fernando Ortega del deanato de Málaga, en 1526, ideara la creación de esta capilla, que adoptaría el título de la Purísima Concepción de Nuestra Señora, en homenaje a sus padres y como enterramiento -ya en sí lo era- de él mismo y sus antepasados.

Esta voluntad inicial, su primitivo deseo de honra filial, es fundamental para comprender el verdadero significado de la fundación y todo el programa ideológico que ésta conlleva. Por ello sería oportuno no olvidar la personalidad y carácter del padre de nuestro patrono, Bartolomé Ortega Cabrio, un ilustre caballero que había tomado parte en los hechos de guerra de la conquista de Granada "con los hombres de armas de su casa"

En 1537 Paulo III había otorgado su bula a Don Francisco de los Cobos, autorizándole para nombrar, patronos, proveerla de capellanes y formalizar estatutos y constituciones. Requisito formal éste que será cumplimentado por el deán Ortega en 1550. (Nos cuenta Juan Barranco, acerca del escudo heráldico o blasón que está en esta citada Capilla:... En contra de lo que se creía, este ostentoso blasón no corresponde a nuestro Deán sino a don Andrés de Ortega Cabrío y Magaña, su sobrino y heredero y a la esposa de este doña Felipa de Carvajal y Valenzuela...).

En estas constituciones se establece un número de seis sacerdotes capellanes para el servicio divino, auxiliados por un sacristán tonsurado y dos acólitos; encargándose de la visita anual preceptiva el capellán mayor del Salvador y dos dignidades de la Colegial. Y, lo que tal vez sea más interesante, un ritual "de moribus" muy semejante al de la Sacra Capilla del Salvador, con liturgias conmemorativas del nacimiento del Emperador, día de San Matías, misa cantada de difuntos por su alma; así como la celebración solemne de la fiesta de Todos los Santos ,y día de los Difuntos, Pascuas, viernes y sábados de la Semana Santa, Ascensión de Nuestra Señora, Corpus Christi. Transfiguración del Señor, Epifanía y fiesta del Nombre de Jesús.

Por lo demás, el número de mandas, censos, rentas y juros, dejados como donación es ciertamente cuantioso; también la riqueza de su ajuar litúrgico, entre el que debía encontrarse un célebre cáliz labrado -según el parecer de Ruiz Prieto, aunque ignoramos su fundamento- por Benvenutto Cellini.

Más, frente a este caudal inagotable de noticias de índole reglamentista. son mínimos los datos de que disponemos sobre los pormenores, maestros y fechas, de la edificación de su fábrica. En las tarjetas, no obstante, entre las molduras exteriores e internas de las columnas, se halla una inscripción con la fecha de 1537.

Este dato hizo sospechar a Ruiz Prieto que el inicio de la construcción debió adelantarse entre siete y diez años. Y, posiblemente, no le faltara razón y a nosotros motivo para dudar, a un tiempo, sobre la atribución de su maestría que tradicionalmente se ha venido asignando a Andrés de Vandelvira, toda vez que por esas fechas el maestro tendría una edad oscilante entre los veintidós y veinticinco años, manteniendo aún su residencia en la ciudad de Alcaraz.

Y sin embargo, la traza de la gran portada funeraria refleja ya un cabal conocimiento del lenguaje clasicista, cuya estructura de arco triunfal, "marco de la fama y honor por excelencia",*' responde a planteamientos plenamente renacentistas.

Bien merecería la pena recordar que en 1527 Ortega ha dispuesto de los servicios del maestro jiennense Diego López, quien ha acompañado al deán a Málaga para hacerse cargo de la maestría de su catedral y que, por tanto, debía gozar de la absoluta confianza del eclesiástico.

Sin duda alguna, un mejor conocimiento de la trayectoria profesional de este maestro, quien hasta 1540 trabajará al frente de las obras catedralicias, nos reportaría mayor luz sobre la hipótesis de su intervención en esta obra privada de su patrono. Entre tanto, será prudente aguardar otras noticias.

Por lo demás, tampoco debemos perder de vista -como en el anterior caso- la presencia activa de Aquilis, a quien -documentalmente comprobado- se había encomendado la ejecución de su retablo, simultaneando por aquellos años su actividad en Granada y Úbeda.

Finalmente, sería bueno también no olvidar que, desde 1526, Luis de Vega ha entrado al servicio del Comendador Cobos, quien este año le ha encargado la construcción de su palacio en Valladolid. Un hecho a tener en cuenta pues sus contactos con el deán bien podrían haber dado comienzo desde esta fecha. Lo que sí parece incuestionable es que sea el propio Fernando Ortega el autor de los programas doctrinales y simbólicos desarrollados en el monumento funerario y, de manera fundamental, en su espléndida portada.

Fuente: Úbeda Renacentista ©Arsenio Moreno Mendoza, 1993

Pero hablemos del monumental Retablo de este monumental recinto funerario



Nos explica Miguel Campos Ruiz : “…en el interior de la capilla se destacan por su mérito artístico la bóveda de nervios y el retablo…”. Acerca de la fábrica interior de la capilla Lázaro Gila Medina , nos cuenta: “… su interior, cuya riqueza mobiliaria hubo de se excepcional, por los pocos restos que nos quedan, se cubre con una elegante bóveda estrellada de cuatro puntas –la más hermosa de toda la zona-, adornada con ricos florones de madera, con delicados relieves y filigranas…”

El retablo, según carta de pago firmada por Julio de Aquilis en 1554, debió haberse labrado a partir de 1545 habida cuenta que cuatro años más tarde el maestro admite haber recibido el segundo tercio de los pagos establecidos.

En su ejecución, desempeñando las tareas de entallador, intervinieron Juan de Reolid.

Tras los graves daños sufridos en la guerra civil de 1936, en la Iglesia de San Nicolás. Aún conservamos su mesa y estructura: dos pares de columnas abalaustradas, friso superior de grutescos y un muy volado entablamento y cornisa, semejante a la composición establecida por Vandelvira, para la portada de acceso a la sacristía de El Salvador de Úbeda.

Sin embargo aún disponemos de las descripciones que nos han dejado autores como Ruiz Prieto o Romero de Torres.

A tenor de éstas el retablo debió presentar tres calles, enmarcadas por pareadas columnas, ocupando la central una hornacina con la imagen de la Inmaculada Concepción "Tota pulchra", de talla natural, elevada por los ángeles y coronada por la Santísima Trinidad. En sus calles laterales, sobre predelas, cuatro cuadros -dos a cada lado- con la representación de "pasajes de la historia de María y la de su Santísimo Hijo".

Es bastante posible que dos de éstos, concretamente una Presentación en el Templo y la Visita de la Virgen a su prima Santa Isabel, obras en las que su autor desarrolla un culto lenguaje a través de una gran escenografía arquitectónica, de gusto plenamente romanista -depositadas - en la Basílica Menor de Santa María de Úbeda-, pertenezcan a este retablo. La época y el estilo nos inducen a creer que estas son ejecutadas por Aquilis. 

Recientemente, y gracias a la buena opción la del párroco de la Iglesia de San Nicolás y la junta directiva de la Santa Cena, de embellecer este monumental retablo mutilado, de la capilla del Deán, al instalar esta bella escultura obra de Antonio Espadas Carrasco, en dicho retablo y haciéndonos recordar como era este retablo antes de 1936.


La Imagen de María Santísima de la Concepción es una obra de belleza enorme que responde escrupulosamente al encargo de la hermandad y que no deja a nadie indiferente ya que se escapa del estereotipo de imágenes de vestir ya que forma parte de un grupo escultórico que dará sentido pleno al proyecto de la hermandad presentado ante el obispado. No es una Virgen de palio ni será llevada por costaleros, pues irá sobre un trono a ruedas y sólo procesionará en la noche del Miércoles Santo, no formando parte de la Procesión General del Viernes Santo. Es una imagen de talla completa en madera de cedro y formará un grupo escultórico junto a dos ángeles. Se venerará en la capilla del Deán Ortega de la iglesia de San Nicolás de Bari, una capilla que siempre ha sido de la Inmaculada Concepción, hasta que esta imagen fue destruida en la Guerra Civil, como ya he dicho anteriormente.
Esta es la primera talla de Espadas Carrasco para la Semana Santa de Úbeda, donde hasta ahora sólo ha realizado el diseño del trono del Cristo de la Noche Oscura y las cartelas del trono del Cristo de la Sentencia. Fuera de Úbeda sí tiene numerosas esculturas, como un Cristo Yacente para Albatera (Alicante), la imagen del Cristo titular de la Cofradía del Traslado de Cristo al Sepulcro y Nuestra Señora de la Esperanza de la ciudad albaceteña de Hellín y su misterio, un Cristo Cautivo para la ciudad valenciana de Carcaixent o la Virgen del Camino de la Luz de Viveiro (Lugo), además de algunas restauraciones y otras imágenes secundarias.



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