IMPACTO
VISUAL EN EL HOSPITAL DE SANTIAGO
Si hace cien años contempláramos el Hospital de
Santiago, desde la Avenida Cristo Rey o desde la calle Obispo Cobos, vislumbraríamos
con la majestuosidad y esplendor con que Andrés de Vandelvira, concibió la
obra.
Y ahora, desde lejos, (Calle Obispo Cobos; Avenida
Cristo Rey; Avenida de la Constitución, Calle de Santiago); la visión del Edificio Renacentista resulta
cercenada por los edificios hechos después de 1960, al renovarse la especulación
y sustituirse las casas de otros siglos por nuevas construcciones más altas.
Mucho se ha criticado sobre la restauración de Santa
María, pero el Hospital de Santiago ha perdido todo su esplendor, en las últimas
décadas a causa del impacto visual que
ha escindido su visión desde varios puntos y por la contaminación visual que
afecta fuera y dentro del edificio.
Además La “contaminación visual” no es sólo un
inconveniente estético. Las ciudades son algo más de lo que se ve. Un lugar no
es sólo un lugar sino las palabras y los sucesos que lo habitan. Las ciudades
como Úbeda, están hechas de relaciones entre las medidas de su espacio y los
acaecimientos de su pasado.
La contaminación visual no son sólo los cableados e instalaciones sobre los Monumentos históricos, son: las soluciones arquitectónicas incorrectas, los pastiches, las antenas de telefonía móvil, las parabólicas, los aparatos de aire acondicionado, la publicidad comercial no controlada, determinados tratamientos de pavimentos, jardines y árboles o espacios públicos, los aparcamientos delante de los edificios monumentales, la aparición indiscriminada de aparatos de aire acondicionado, determinados materiales empleados en la edificación...
La contaminación visual no son sólo los cableados e instalaciones sobre los Monumentos históricos, son: las soluciones arquitectónicas incorrectas, los pastiches, las antenas de telefonía móvil, las parabólicas, los aparatos de aire acondicionado, la publicidad comercial no controlada, determinados tratamientos de pavimentos, jardines y árboles o espacios públicos, los aparcamientos delante de los edificios monumentales, la aparición indiscriminada de aparatos de aire acondicionado, determinados materiales empleados en la edificación...
El hospital de Santiago, está contaminado
visualmente de todos estos elementos que he citado.
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