viernes, 24 de mayo de 2013

El “San Juanito” de Miguel Ángel, regresa a su capilla de Úbeda, cicatrizado

El “San Juanito” de Miguel Ángel, regresa a su capilla de Úbeda, cicatrizado 22 mayo 2013
A la izda, antes de la Guerra Civil, al lado, tras los destrozos de 1936.
La escultura de Buonarroti, permanecía en Florencia desde 1994, donde se le ha sometido a una restauración de los destrozos sufridos durante la Guerra Civil
Se trata -y ya se podría decir a ciencia cierta- de una obra juvenil del gran Miguel Ángel Buonarroti, realizada entre 1495 y 1496 para Lorenzo di Pierfrancesco de Medici. La primera noticia sobre la escultura marmórea de 1,30 m., un San Juan representado a la edad de 10 años,  fue registrada por Ascanio Condivi en la biografía de Buonarroti, que se remonta a 1553, redactada bajo el visto bueno del maestro toscano; mientras la segunda, estuvo a cargo de Giorgio Vasari, en sus Vidas de 1568.
Desde entonces, entre los diversos y prestigiosos candidatos a la citada y auténtica primicia miguelangelesca, destacaba en primer lugar el San Juanito de la capilla del Salvador de la localidad renacentista de Úbeda en la provincia de Jaén, cuya autoría resulta recientemente confirmada por el profesor Francesco Caglioti, catedrático de historia del arte en la Universidad Federico II de Nápoles, uno de los máximos expertos de escultura italiana del Renacimiento.
Vale recordar que la estatua del San Juan niño de Úbeda fue certificada como una producción precoz de Miguel Ángel en 1930 por el historiador del arte granadino, Manuel Gómez Moreno -aunque no corroborada por otros colegas suyos de diferentes nacionalidades-, con una sola foto, indicando a su primer dueño, Francisco de los Cobos (1477 aprox. -1547) secretario del emperador Carlos V.
Éste último, según Caglioti, había ayudado a Cosme I a tomar posesión del estado florentino, que heredaba todo el patrimonio familiar, incluído el delicado trabajo de Miguel Ángel. Los documentos españoles del Archivo de Estado de Florencia testimonian que en 1537 Cosme, en agradecimiento, envió algunos regalos al primer y segundo secretario del emperador, siguiendo la ruta de Génova a Barcelona, a excepción de una valiosa ‘estatua’ que prosiguió hasta Cartagena (más cerca de Úbeda y de las posesiones de de los Cobos) indicaciones más que suficientes para convencer al estudioso italiano de que el San Juanito de Miguel Ángel haya sido objeto de un regalo diplomático por parte de la familia Médici a de los Cobos, que quiso fijar su sepultura en Úbeda, justo en la capilla del Salvador, destino final del San Juanito de Miguel Ángel.
Hasta que en julio de 1936, la escultura fue bárbaramente destrozada, injustamente víctima de los tristes episodios de la Guerra Civil. Para su recuperación, la obra se encuentra ‘hospitalizada’ desde 1994 en el Opificio de las Piedras Duras de Florencia (Instituto Autonónomo del Ministerio para los Bienes y Actividades Culturales, el mejor  para la restauración de las obras de arte en Italia) donde, bajo la dirección de María Cristina Improta, se ha llevado a cabo su completa recomposición con los escasos fragmentos sobrevividos al ataque iconoclasta de 1936.
El ‘alta’ de su compleja restauración -con la aportación económica de un fondo que el gobierno italiano destina para intervenir en obras dañadas por conflictos bélicos o desastres naturales en el extranjero-, junto con los resultados de la investigación del profesor Caglioti, será presentada en las jornadas del 24 y 25 de junio próximo en el Opificio-taller florentino, tras lo cual, por fín, el San Juanito de Úbeda, ya cicatrizado, volverá a España, devuelto a sus actuales propietarios, los duques de Medinaceli,  herederos ininterrumpidamente desde el siglo XVI, que han creado la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, para tutelar y valorizar el valioso patrimonio histórico-artístico-arquitectónico de la nobilísima familia.
Carmen DEl VANDO BLANCO.

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