jueves, 15 de febrero de 2018

CURIOSIDADES EN EL HOSPITAL DE SANTIAGO. LAS REJAS DE LA CAPILLA

LAS REJAS SITUADAS ante la antigua iglesia del Hospital de Santiago (hoy auditorio); aparte de desempeñar un sistema separador de ambientes, permiten mantener la suficiente conexión visual para que los devotos puedan practicar su piedad en horas distintas a las preceptuadas de los oficios religiosos. Esta fue la principal idea de la fundación. Motivando mejorar la misma separación con el exterior los cortes metálicos de permisividad amagada, haciendo de la iglesia de una especie de capilla mayor, al tiempo que convierte el patio claustral, donde se abre las tres arcadas, en lugar de oración.

“Magnifica reja excepcional, de tres tramos, forjada y repujada”. Muy  necesitada de restauración, muestra actualmente la severa tonalidad y el enmohecimiento del metal. Y esto es desgracia porque nos priva de catalogarla justamente con aquella riqueza colorista que, en un principio, debió gozar.  Como demuestra la primera fotografía; de inicios del siglo XX.
            



            La idea resulta bastante original. Era intención de su fundador Diego de los Cobos; en 1560, conjuntar un hospital para bubosos con un templo. Iglesia que extendió su dominio a todo el conjunto, quedando integrada en la idea sacra. Esta fabrica, es severamente simétrica al eje axial que parte por igual al conjunto.

            Se ideó lógicamente un edificio con un cuerpo centrípeto a un bello patio de columnas, que a su vez quedó convertido en claustro eclesiástico, situada la iglesia en un lateral posterior y comunicando por triples vanos, que se cierran con rejas. Todo es arquitectura limpia, de pureza renacentista, donde predomina la línea, correspondiente al momento racional que alcanzó Vandelvira en su última etapa, pero que contrasta con las licencias ornamentales, de tendencia efectistas, que exhiben las rejas, como una expresa intención del diseñador de hacerlas como nota lúdica en la rigidez del edificio.

            Chueca Goitia, piensa que en ninguna fundación hospitalaria, ni siquiera en aquella que le es muy paralela, el hospital de Afuera en Toledo, se tuvo en cuenta esta opción funcional que la rejería ofrece tan fácilmente.

            En 1573, al estar las obras del edificio muy avanzadas, se contrata al rejero ubetense Juan Álvarez de Molina, bajo las condiciones de Andrés de Vandelvira las rejas de la iglesia hospitalaria y funeraria.  

            En realidad, aunque son tres las rejas, se trata de dos modelos. El mayor, de mayor anchura, ocupa el arco central, coincidente en su mitad con el eje de simetría. El menor, ocupa los respectivos arcos laterales

            En la reja central de la Capilla, en su iconografía, sabemos por Montes Bardo que aparecen Santiago Peregrino, a cuyos lados se arrodillan dos peregrinos jacobeos con las insignias tradicionales; los Santos Juan Bautista y San Juan Evangelista y figuras hercúleas de la Justicia y la Caridad. La composición, de verdadero retablo presidido por la medalla del Padre eterno entre ángeles, resulta ingenua, de poco alcance y un tanto forzada.

            Las rejas laterales se decoran en su crestería con arma heráldica del obispo fundador y ángeles funerarios sosteniendo una mitra cada uno.

            El conjunto que fue calificado por Lamperez como: “Magnifica reja excepcional, de tres tramos, forjada y repujada”. Muy  necesitada de restauración, muestra actualmente la severa tonalidad y el enmohecimiento del metal. Y esto es desgracia porque nos priva de catalogarla justamente con aquella riqueza colorista que, en un principio, debió gozar.  

            

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