“CORAZÓN DE LA CIUDAD MEDIEVAL UBETENSE”
En Úbeda es fácil encontrar cientos de pequeñas viviendas que pasan los días al amparo de las grandes construcciones palaciegas.
Un paseo por las auténticas calles de Úbeda mostrará tanto al visitante como al ciudadano, ciento de casas con blancas fachadas que se mezclan a la perfección con la esplendorosa arquitectura palaciega del siglo XVI. La original calleja de HERNÁN CRESPO, sita en el popular barrio de San Pablo, es una bella muestra muy ejemplar.
Sabemos
expresar, que a ciencia cierta, las encaladas casas que pueblan este
popular callejón, es uno de los rasgos más emblemáticos de la ciudad,
que se hace más encantadora al visitante, en cada uno de sus pequeños
rincones populares y recatados.
Como
ya he expresado antes, la recatada calle de Hernán Crespo se encuentra
situada en el viejo y popular barrio de San Pablo, un barrio donde de
una manera más clara se puede apreciar las características de un trazado
urbano medieval, bien conservado hasta nuestros días y sin cambios
importantes. (Esperando y deseando que dure mucho más tiempo intacto).
La impronta de la herencia hispano musulmana se manifiesta en una
estructura que tiene como base, pequeñas manzanas irregulares y un
entramado de calles estrechas y callejuelas, a veces laberínticas.
En
las casas solariegas de los números tres y nueve, de esta calleja, se
conserva sendas portadas de cantería, en el más puro estilo clásico,
combinando con las populares fachadas blancas y el uso tradicional de la
forja.
La primera casa, presenta curiosos emblemas religiosos, como la representación del "Monte Calvario", en la clave del arco, y en las enjutas, dos ángeles alegóricos, sosteniendo una cartela cada uno con la siguiente leyenda: "O IHS DVLCISIMO". Esta casa se conserva, en un estado lamentable de ruina.
La primera casa, presenta curiosos emblemas religiosos, como la representación del "Monte Calvario", en la clave del arco, y en las enjutas, dos ángeles alegóricos, sosteniendo una cartela cada uno con la siguiente leyenda: "O IHS DVLCISIMO". Esta casa se conserva, en un estado lamentable de ruina.
Gracias
al estudioso investigador local en heráldica, Juan Barranco, estamos al
corriente, de que la casa solariega número nueve, debe su fundación a
don Hernán Crespo Villanueva Beltrán y de los Cuartos. Por el cuál tomó
nombre la calleja.
Este
personaje a parte de ser Notario del Monarca, disfrutó del tratamiento
como "hidalgo bragueta", es decir como un hidalgo de padre de familia
numerosa, que había engendrado siete varones llegados a la pubertad,
hecho este calificado como proeza en unos momentos en que la mortandad
infantil era muy elevada. El interior de esta casa es digno de ser
visitado por el turista.
Atesorar
el nombre de nuestras calles tal y como la tradición nos legó es una
necesidad. El problema es que no siempre las "conexiones" con nuestro
pasado cultural se mantienen. Es entonces cuando imperan consideraciones
partidistas y sectarias, que llevan a cambiar la denominación para
muchas de nuestras calles en virtud de la momentánea dirección
ideológica que sople. ¿Es justo entonces que el nombre de nuestras
plazas y calles dependa de este inconstante soplo? ¿Es que logran
"impregnar" entre los ciudadanos las nuevas denominaciones? ¿Podríamos
imaginar la calle de Hernán Crespo, tan sabrosa, histórica y sugestiva
en su título, bajo el nombre de tal o cual activista político? Úbeda,
nuestra patria chica, no se merece esto…
interesante muy bonitos los callejones por ellos iba yo de pequeña a una escuela llamada de perra gorda y pasando de ellos a la vuelta vivia paco ortega era amiga de la hermana esto hace la tira de años
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