Emparedamiento de Sancho Iñiguez (actuales Juzgados) sufrió la desaparición de su patio interior en la década de los 70, para después mutilar su exterior con un 'palomar' de piedra como cierre lateral, y cierres de madera de diseño vanguardístico que sustituyeron sus históricas ventanas de forja. En la Foto de |
Antiguo Patio desaparecido en los años de 1970. Foto de José Luis Latorre |
Aspecto actual del Interior de edificio. Foto de Lorenzo Molina Hortal |
Así
el historiador Ruiz Prieto nos dice que existieron en la ciudad diversos
establecimientos religiosos compuestos por mujeres de diversa condición y edad,
los cuales se situaban en las parroquias
de Santo Tomás, Santo Domingo, San Pedro, San Millán y Santa María.
Según
nos afirma el investigador Juan Barranco[1], de
todos los emparedamientos que hubo en la ciudad sólo se tiene documentación
algo extensa sobre sus patronos del fundado por doña Mencía López de Zambrana,
este estuvo situado en la Plaza Vázquez de Molina, en el edificio que
actualmente ocupan los juzgados. Así, las componentes de esta comunidad seglar
parece ser que se regían por la regla de la Orden Tercera de San
Francisco.
A
este emparedamiento se le llamó también Casa de los Abades[2], por
haberse servido de ella los abades de la Universidad de Priores y Beneficiados
de Úbeda. Desde 1723 ya desaparecido el emparedamiento pasó a ser denominado Cárcel
del Obispo, que anteriormente estaba en la calle de las Parras.
Así
el 5 de Agosto de 1944, el inmueble es adquirido por el Ayuntamiento de la
ciudad a su última propietaria Magdalena Orozco y Esteban. Años después, entre
1950 y 1963, se procede a la remodelación o pérdida del edificio original por
Bellas Artes, siendo consejero local Rafael Vañó Silvestre. El edificio
original destruido en tiempos de la Dictadura, se organizaba en torno a un
patio central de planta cuadrada, porticado con arcos apuntados sobre
pilastras. El mismo quedaba de cierto modo eclipsado, en cuyo fondo se
contemplaba impecable una puerta o postigo con su soberbia muralla, una de las
que daba paso otrora al barrio del Alcázar.
Al
comienzo de las obras, el 25 de Agosto de 2003, se encuentra los restos
arqueológicos, del antiguo edificio que no se llegó a respetar. Además se halló
una ventana del edificio citado que daba a la nave central de la Iglesia de
Santa María de los Reales Alcázares a través de la cual las seglares del
Beaterio oían misa.
Debido,
a las últimas obras de nueva planta, la
asociación Caballeros Veinticuatro, (pincha aquí) integrada por un grupo de ubetenses muy
vinculados a su ciudad, critica el muro lateral del edificio nuevo de los
juzgados, que ha sido construido recientemente como parte de las obras de nueva
planta de este inmueble, y cuyo aspecto es bastante modernista con respecto al
entorno monumental en el que se encuentra. Concretamente, se trata de una pared
compuesta de grandes losas que se alternan formando vanos, a modo de celdillas
de una colmena o como una celosía, y que ha dado lugar a cierto movimiento
social en su contra, recibiendo las críticas continuadas de diferentes sectores
ciudadanos.
Los Caballeros Veinticuatro, antes de
que finalizó la intervención, redactaron un escrito mostrando su más absoluta
repulsa y que ha sido remitido al alcalde y al concejal de Obras de la ciudad,
así como a la delegada provincial de Cultura, consejero de Cultura, Defensor
del Pueblo Andaluz, y al Comité Español del Consejo Internacional de Monumentos
y Sitios (Icomos), una organización no gubernamental que se encarga de asesorar
a la UNESCO en temas de Patrimonio de la Humanidad.
Los principios de este colectivo es que
el muro en cuestión es de un estilo vanguardista que nada tiene que ver con la
zona en la que se encuentra, nada menos que frente a un palacio renacentista y
en la plaza más monumental y emblemática de la ciudad. Así, el alcalde no se
mostró contradictorio a esta construcción, a la vez que afirmó que nada podía
hacer porque la obra tiene todos los informes, requisitos y permisos
necesarios, tanto de los actuales técnicos del Ayuntamiento como de los de la
Delegación Provincial de Cultura y la Dirección General de Bienes Culturales de
la Junta de Andalucía.
De la misma forma, consideran que
esta estructura, con su tremendo impacto, vulnera la consonancia y pureza del
entorno histórico, y que «más de uno se va a sentir atraído a escalar el muro,
por lo fácil que lo pone su textura, con el peligro que ello conlleva». También
piensan los Caballeros que esa gran cantidad de huecos invita a tirar o lanzar
piedras u otros objetos para encestar, «con lo que se conseguiría un muladar
colgante en plena zona monumental», además del problema que podría darse de
anidamiento de aves.
Aunque ya ha sido demasiado tarde,
por motivo de que las obras de adecuación del edificio, han terminado. Siendo,
a mi juicio, una moderna sede de juzgados de primera y segunda instancia, tan
necesaria para las competitividades del siglo XXI. Cuya remodelación ha
respetado el único elemento original del edificio, su fachada y el escudo
episcopal, y la misma, según mi opinión, ha sido menos grave a la realizada en
los años sesenta. Ya que como he dicho anteriormente, su muralla árabe, patio mudéjar y portillo
morisco, fue pasto de la piqueta.
Descripción del Edifico,
por Consejería de turismo, regeneración, justicia y administración local de la
Junta de Andalucía.
La
sede judicial de Úbeda ocupa la antigua Casa de los Abades, edificio del siglo
XVI, momento de mayor esplendor cultural de la ciudad, que fue construido para
acoger un beaterio femenino. En 1614 se inició la fachada actual y a finales
del siglo XVIII, como Cárcel del Obispo, fue reformado. Tras unas primeras
obras de adaptación del edificio para su uso judicial llevadas a cabo en 1960,
una reforma integral ha permitido albergar en él los órganos y servicios de la
Administración de Justicia del Partido Judicial de Úbeda y está en
funcionamiento desde 2005.
El
valor arquitectónico del inmueble y su situación, en la plaza Vázquez de
Molina, representativo espacio público
del Centro Histórico de Úbeda, han condicionado la reforma.
La
organización del edificio alrededor de un patio se ha potenciado al concebir el
principal espacio central como vestíbulo y fuente de luz natural, cubierto por
una liviana estructura metálica y un lucernario. En torno a él se han
organizado todas sus dependencias, conservándose los elementos originales,
previos a la reforma de los años sesenta. Destaca el relabrado del muro de
fachada a la calle Santa María con elementos pétreos que posibilita la entrada
de luz natural a las estancias interiores.
En
planta baja se han situado las dependencias de mayor afluencia de público,
Registro Civil, con Sala de Bodas, Servicios Comunes del Partido Judicial,
Clínica Médico-Forense y Sala de Vistas. La planta superior alberga las
dependencias judiciales y fiscales, con los espacios de oficina abiertos a dos
de las galerías que circundan el patio.
Entre
ambas plantas, una escalera inscrita en el patio y un ascensor paralelo a ella
constituyen el núcleo de comunicación vertical del edificio para todo tipo de
usuarios.
Juan
Ángel López Barrionuevo.
[1] Los antiguos emparedamientos. Juan Barranco Delgado.
Págs. 26-28. Anuario núm. 2. año 2.000.
[2] Historia de Úbeda en sus documentos, tomo III. Pág. 365.
Ginés Torres Navarrete.
(*) EMPAREDAMIENTO: Este concepto de clausura, eran de dos tipos:
- El que hemos visto en este relato, como recogidas de mujeres de aspecto religioso.
- Anteriormente tenía carácter de castigo que se imponían a las mujeres por sus faltas o delitos cometidos.
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