lunes, 6 de mayo de 2024

Sacra Capilla de El Salvador de Úbeda. El Antiguo zócalo de mármol de la Reja.

 

Sacra Capilla de El Salvador de Úbeda. El Antiguo zócalo de mármol de la Reja.

Juan Ángel López Barrionuevo.



La reja de la Sacra Capilla de El Salvador de Úbeda, es una obra esencial de la forja del siglo XVI en España. Fue encargada por don Álvaro de Mendoza, obispo de Palencia y hermano de doña María, viuda de don Francisco de los Cobos, a instancias de ésta, a los maestros Francisco de Villalpando y Francisco Martínez en 1555. Divide simbólica y físicamente la rotonda de la capilla mayor, conformada como panteón y espacio más sagrado, del cuerpo de la iglesia, espacio para los fieles.

Esta reja tiene, en principio, como características: «el hecho de que la reja arquitectónica pasa a ser principio constante de la arquitectura, uniendo a la idea de muro aislante (función arquitectónica) la de la permisibilidad de la visión y del paso de la luz (finalidad rejera)»

Presenta dos cuerpos rematados por una crestería. El bajo aloja una puerta central de dos hojas con la inscripción “Soli Deo Honor et Gloria” y desarrolla en la parte baja un mensaje protector sobre el espacio funerario mediante cabezas de leones entre cestos frutales de los que surgen un cráneo y un querubín, elementos repetidos en distintos lugares de la iglesia en relación con la muerte y la vida.

En el arranque de los balaustres aparecen tondos por parejas que aluden a la Antigüedad a través de las efigies de Augusto y Livia, Julio César y Cleopatra, Trajano y Plotina y Alejando Magno y Rosana además de las alegorías de la Fortuna, una mujer desnuda, y la Abundancia, una mujer vestida portando un cuerno de frutos.

La crestería presenta un rico follaje entre el que aparecen otros cuatro tondos, con la Fe y la Esperanza en el lado de la Epístola y la Justicia y la Caridad en el del Evangelio, virtudes que un caballero cristiano debe poseer para alcanzar la vida eterna.

El remate central sobre la puerta muestra un tondo con el escudo de don Francisco y doña María rematado por una Exaltación de la Santa Cruz surgiendo de un jarrón de frutos.

Para Montes Bardo la reja, concebida arquitectónicamente, encierra un mensaje que se corresponde con el de la fachada principal y que vendría a significar que “de la muerte se transita a la vida que no acaba”. A nuestro entender la iconografía aquí desplegada se corresponde con el expreso deseo de Cobos reflejado en los Estatutos en los escribe que “deseando poner mi ánima en buen estado y trocar los bienes temporales por los espirituales...”, intenta alcanzar la Vida Eterna, sin importarle las dignidades que la fortuna le ha deparado a lo largo de su vida; ello lo conseguirá a través de las Virtudes que como caballero cristiano ejerció, es decir, Esperanza, Justicia, Caridad y Fe. Por eso mismo solamente Dios merece Honor y Gloria.

Lo que queda del zócalo original se encuentra almacenado en una edificación anexa de la Sacra Capilla, todos los bloques se encuentran incompletos, en algunos casos con pérdidas superiores al 20 %, fragmentados, y con la superficie completamente erosionada y con fisuras tanto en el interior como el exterior. Foto MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE



Según palabras de la restauradora del Ministerio de Cultura Paz Ruiz Rivero sabemos, acerca de la reja: Durante la Guerra Civil de 1936 se desmontó, utilizándose la iglesia como garaje o taller mecánico. Terminada la guerra fue recuperada en Hendaya (Francia) y se colocó de nuevo en la década de los cuarenta. Durante este periodo de tiempo la reja perdió el travesaño inferior de hierro. El zócalo de mármol rojo fue arrinconado y posiblemente alguno de sus elementos fue reutilizado...

Cuando colocaron de nuevo la reja lo hicieron sobre un zócalo de mármol blanco utilizando como columnas los capiteles de las columnas del patio del Palacio de los Cobos y con restos del sarcófago de mármol blanco del Oratorio de San Juan de la Cruz, realizado a principios del siglo XX por los hermanos Boluda y dañado en la Guerra Civil (según testimonio de uno de sus nietos Paco Herrador Boluda). Se desconocen los motivos que tuvieron para realizar este nuevo zócalo.

Cuando colocaron de nuevo la reja lo hicieron sobre un zócalo de mármol blanco utilizando como columnas los capiteles de las columnas del patio del Palacio de los Cobos y con restos del sarcófago de mármol blanco del Oratorio de San Juan de la Cruz, realizado a principios del siglo XX por los hermanos Boluda y dañado en la Guerra Civil (según testimonio de uno de sus nietos Paco Herrador Boluda). Se desconocen los motivos que tuvieron para realizar este nuevo zócalo.


Este sepulcro estuvo colocado en el Oratorio de San Juan de la Cruz hasta que se destrozó. Fue sustituido por el actual que hiciera Francisco Palma Burgos. La obra se finalizó en 1927 y la llevaron a cabo los hermanos Boluda, marmolistas. Restos del mismo, forma  parte en la actualidad del zócalo de mármol de la reja de la Sacra Capilla de El Salvador. Foto José Luis Latorre Bonachera


Lo que queda del zócalo original se encuentra almacenado en una edificación anexa de la Sacra Capilla, todos los bloques se encuentran incompletos, en algunos casos con pérdidas superiores al 20 %, fragmentados, y con la superficie completamente erosionada y con fisuras tanto en el interior como el exterior.

Bibliografía Consultada

Informe sobre la conveniencia de intervenir en el zócalo que sustenta la reja de la Iglesia de el Salvador de Úbeda.

Paz Ruiz Rivero restauradora. Iphe. Año 2005

LA SACRA CAPILLA DE EL SALVADOR DE ÚBEDA: ESTUDIO HISTÓRICO ARTÍSTICO, ICONOGRÁFICO E ICONOLÓGICO 2014

Francisco Javier Ruiz Ramos

 

Fotos de Gabriel Delgado Juan

José Luis Latorre Bonachera

MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE

Juan Ángel López Barrionuevo

lunes, 29 de abril de 2024

Datos Curiosos sobre Las Capillas Hornacinas de la Sacra Capilla de El Salvador

 

Datos Curiosos sobre Las Capillas Hornacinas de la Sacra Capilla de El Salvador

Interior de la Sacra Capilla de El Salvador años 1930


Juan Ángel López Barrionuevo.

La Sacra Capilla del Salvador del Mundo es un templo construido bajo patrocinio de Francisco de los Cobos como panteón anexo a su palacio de Úbeda. Formaba parte de un extenso programa artístico compuesto de Palacio, Universidad y Hospital que representaban la fortuna y gloria que alcanzó el secretario.

El Salvador fue la empresa más ambiciosa de toda la arquitectura religiosa privada del Renacimiento español. Declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931 y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2003.

El interior fue diseñado en su mayor parte por Diego de Siloé como templo funerario, con una gran rotonda y una nave añadida, quedando la rotonda para los nobles, y la nave para el pueblo.

 

Siloé conjuga en la planta una grandiosa y simbólica rotonda de forma circular, inspirada en el Santo Sepulcro de Jerusalén, y un rectángulo que forma una nave longitudinal que recuerda a las basílicas romanas.

La parte basilical está dividida en tres tramos cubiertos por bóvedas vaídas y decoradas con falsos nervios. Cada tramo está delimitado por columnas corintias de orden gigante sobre pedestales que albergan capillas-hornacinas entre sus contrafuertes. En las capillas había esculturas, reliquias, orfebrería y pinturas mayoritariamente procedentes de Italia donadas por su fundador que, o bien fueron destruidas en la Guerra Civil o trasladadas a otros lugares.

Muy poco se ha hablado de estas capillas-hornacinas, tan solo tenemos datos gracias a las aportaciones, de los historiadores Campos Ruiz, Miguel Ruiz Prieto, Juan Pasquau, Juan Ramón Martínez Elvira y José Manuel Almansa.

 


Detalle Grupo Escultórico de la Oración en el Huerto


– Comenzamos con la primera, que se sitúa en la nave del Evangelio, es la antigua Capilla de Nuestro Señor de la Oración en el Huerto o Capilla de Nuestra Señora de las Angustias: Por Juan Ramón Martínez Elvira, sabemos lo siguiente: …Cerrado el Hospital de Santiago, pasó la cofradía de Jesús en el Huerto, a la Capilla del Salvador, tras solicitar el debido permiso al Duque de Medinaceli y Alcalá, don Rafael de Medina Villalonga, patrono de la fundación. La autorización fue concedida mediante carta fechada en la Casa de Pilatos de Sevilla el 2 de mayo de 1979. Era por entonces su capellán don Cristóbal Cantero, quien, junto al escultor don Juan Luis Vassallo, también consultado, opinó favorablemente acerca de la instalación de las imágenes con sus tronos en dicho lugar, desde donde hicieron su primera salida en 1980. En la autorización citada se destinaban a las imágenes las dos capillas más próximas puerta principal, pero al tener este escalón (por situarse su suelo en un nivel superior), tanto el grupo del Señor como la Virgen acabaron instalados en los nichos-capilla inmediatos a la reja: el del Señor, a la izquierda; el de Nuestra Señora, a la derecha. Sin embargo, bien pronto la ubicación de la cofradía en el Salvador comienza a ser precaria, pues ya en 1982 se hablaba que por reparaciones en el Salvador había que llevarse los tronos de allí, lo que, finalmente, no se efectuó. La desaparición de don Cristóbal, que se había mostrado siempre favorable a la cofradía y la indiferencia del nuevo capellán minaron el ánimo del Duque de Segorbe, don Ignacio Medina Fernández de Córdoba, sucesor de don Rafael, su padre, en el patronato de la Sacra Capilla. Existía además la condición, reflejada en la carta referida, de que los tronos e imágenes se guardarían en el Salvador mientras durasen las obras en el Hospital de Santiago. Por todo ello, el nuevo patrono empieza a exhortar desde 1990 a que los tronos e imágenes la abandonen, lo que se hizo, definitivamente, en la primera quincena de junio de 1994, en que se desmontan las tallas y el trono de la Virgen tronos se llevan a la Casa de la Cofradía. El del Cristo se trasladó a Priego para su restauración. No obstante, en 1995 volvió a salir del Salvador -por última vez-, pese a tener ya sede en San Pablo…

Gracias a Almansa Moreno, acerca de esta capilla, aquí estaba la Piedad de Sebastiano del Piombo (actualmente en depósito en el Museo del Prado, Madrid), «cuya imagen pintada en una gran piedra de mármol negro, regalo del gran patrono D. Baltasar de los Cobos, es de sobresaliente mérito y se halla colocada en el testero, encima de una pequeña puerta que da paso a la Sacristía y parte de la iglesia, separada por la verja»[1]. Sabemos que esta pintura fue una donación que Ferrant Gonzaga realiza a Cobos hacia 1539 y que ya aparece en el inventario de 1563 como «otro grande de nuestra señora con su hijo en braços».

Sin embargo, cuando Ruiz Prieto visita la Capilla nos dice que «el moderno altar, que hoy tiene la advocación de San Juan Nepomuceno y también de los Reyes, lo adorna un cuadro del Santo muy moderno y de escaso mérito». Todo parece indicar que la pintura de la que hace mención es la realizada por José Lucas García Espantaleón en 1797, al que se le habían encargado dos pinturas «que se han de colocar en los dos Retablos que se están haziendo para la misma Sacra Cª. […] de dos varas menos tercia de ancho, zinco pies de Rey, y de alto tres varas […] el primero de Sn. Juan Nepomuzeno incado de Rodillas con el Ropage de Canónigo de Praga en Bohemia, estola encarnada, y cruz pendiente del cuello, pequeña, con su Cruzifijo en la mano, elevada mirando un Rompimt. de Gloria, con dos Angeles, vestidos, el uno con el laurel del martirio, y otro con la Palma, diferente adorno de Serafines; un lexos donde se demuestre el Río Moldava, tendido el Sto. sobre las aguas que corren por bajo de los Arcos de un Puente, con las Zinco Estrellas que rodeaban su Cabeza, y descubrieron su santo cuerpo, que arrojaron della los ministros de el Rey Wenceslao, asomados estos en ademan de admirar al qe. contemplavan ahogado y sumergido en sus corrientes». También nos informa el contrato que los retablos los estaría ejecutando por aquellos meses el tallista jiennense Gregorio Manuel López.

Finalmente, mencionar que sobre la hornacina aún se pueden ver una moldura floral, que serviría para enmarcar «un tríptico (cuadro a la romana, como se dice en los inventarios antiguos), donde está pintada la Virgen de las Angustias, en la tabla central, y en las laterales dos figuras que parecen un rey y San José» del que habla Ruiz Prieto. Sobre esta pintura, posiblemente se trate del tríptico que en el inventario de 1568 figuraba como «otro pequeño de la quinta angustia con sus puertas»[2], y que Diego Angulo lo identificaba como obra de Pieter Coecke y que, hacia 1930, se encontraba en paradero desconocido.[3]






A continuación, nos situamos ante la Capilla de las Ánimas, se localiza en el lado de la Epístola, a los pies del templo y cerrada con una verja de madera con restos de molduras vegetales (posiblemente del siglo XVII), por Juan Pasquau[4], sabemos que en este lugar se produjo, el proceso de beatificación y canonización que comenzó en 1627 y concluyó en 1730, de San Juan de la Cruz. Fue beatificado en 1657 por el papa Clemente x y canonizado en 1726 por Benedicto XIII.

Antaño esta capilla era conocida como del Santo Cristo de la Caña, «por la efigie que lo representa, que es de talla, labrado en Caña de Indias, bastante bien hecho». Todo parece indicar que se trataría de un crucificado, pues aún quedan los restos de los anclajes de la imagen (en la parte central de la capilla-hornacina central), así como restos de pinturas en el muro en donde, a pesar de su mal estado de conservación y estar muy oscuras, se reconocen las figuras de la Virgen María acompañada por María Magdalena a la izquierda y San Juan a la derecha[5]. En el intradós del arco aún se conserva una abigarrada ornamentación vegetal, igualmente en mal estado de conservación.

Como comentaba Ruiz Prieto, «en otros tiempos estaba esta capilla lujosamente adornada, con otro altar y cuadros notables, que hoy no existen, entre ellos un San Francisco del Ticiano, de incalculable mérito que no hemos podido averiguar dónde fue a parar». Entre esas obras, se podrían localizar un cuadro de la «Natividad de Cristo» atribuido a Pedro de Orrente (regalado por el capellán Cuevas) y un cuadro de «Santa Rosalía» que ya en tiempos de Ruiz Prieto se exhibirían en la sacristía.






Primera al lado del Evangelio, tenemos la Capilla de San Gregorio: de ella decía Ruiz Prieto que no existía nada que llamara la atención.

Todo hace pensar que aquí se ubicaría el segundo retablo y la pintura realizados por Gregorio Manuel López y José Lucas García Espantaleón. En él se representaría a San Felipe Neri «incado de Rodillas sobre la Grada de un Altar vestido de sacerdote, con Casulla encarnada, e imitando al oro, en ademan de admirar la Ymagen de Dolores qe. se le apareze al tiempo de ir a decir Misa, que cubra el mismo Altar, y al lado dos Ángeles, el uno con el Bonete, y el otro con un Ramo de Azuzenas símbolo de su Castidad, y pureza, y lasª. Rodeada de Angeles, y Serafines».

Al igual que en la anterior capilla, aún existe la moldura floral que enmarcaría un tríptico «que representaba el descendimiento de la Cruz, por lo que este altar y capilla se llamaba de la Santa Cruz; se llevó el tríptico a la Sacristía y se puso otro que representaba a Nuestra Señora de los Ángeles, con otras dos imágenes en los lados», y que Angulo Iñiguez identifica como obra del Maestro de las figuras de medio cuerpo.

Como ya se mencionó anteriormente, en esta capilla recibió culto desde 1979 hasta 1994, la imagen titular de la Virgen de la Esperanza, de la Cofradía de La Oración en el Huerto.




Por último, en el lado del evangelio, a los pies del templo, tenemos la Capilla de la Virgen de Belén: igualmente en mal estado de conservación, está delimitada por una verja de madera de idénticas características a la capilla del Cristo de la Caña (que se encuentra frontalmente a ésta). En la actualidad existen restos de cortinajes que enmarcarían un retablo, en donde se localizaría el lienzo de la Virgen de Belén, «y un Ecce-homo de bastante mérito, que la tradición supone fue regalado por D. Juan de Austria al Marqués de Camarasa, D. Baltasar de los Cobos y Luna, y que en el año 1696 se trajo a esta iglesia».





Biografía Consultada:

Semana Santa en Úbeda. Juan Ramón Martínez Elvira. Unión de Cofradías de Semana Santa de Úbeda. Graficas Minerva. Año 2010.

Biografía de Úbeda. Juan Pasquau. Asociación Pablo de Olavide. 1982

Ruiz Prieto, Historia de Úbeda; Historia Eclesiástica. Edición digital. Asociación Alfredo Cazaban.

ANGULO ÍÑIGUEZ, Diego. «Los trípticos de El Salvador». Don Lope de Sosa, nº 206, Febrero, 1930.

CAMPOS RUIZ, Miguel. «Úbeda. La Sacra Capilla del Salvador». Don Lope de Sosa, nº 35, Noviembre 1915.

El mecenazgo del marquesado de Camarasa en el siglo XVIII. La ornamentación de la Sacra Capilla del Salvador, Úbeda José Manuel Almansa Moreno Universidad de Jaén.

Gabriel Delgado Juan.

Juan Ángel López Barrionuevo.



[1]             RUIZ PRIETO, M. Op. Cit., pp. 195-196. Actualmente el altar está presidido por una reproducción hecha en porcelana de la Piedad.

[2] A.H.M.Ú., F.P.N., Antón de Cazorla. Leg. 995, flos. 170-189. Úbeda, 4-XII-1568 [En] RUIZ RAMOS, Francisco Javier. La Sacra Capilla de El Salvador de Úbeda. Estudio histórico-artístico, iconográfico e iconológico. Úbeda: Asociación Cultural Ubetense «Alfredo Cazaban Laguna», 2011, p. 16

[3] ANGULO ÍÑIGUEZ, Diego. «Los trípticos de El Salvador». Don Lope de Sosa, nº 206, Febrero, 1930. Los trípticos a los que se refiere el historiador eran «La Adoración de los Reyes» de Joos van Clef o Cleves o de su taller, «El Santo Entierro» del Maestro de las figuras de medio cuerpo, «La Virgen de la Manzana» atribuido al Maestro de la Santa Sangre, así como «La Adoración de los Reyes» y «El Calvario» de Pieter Coecke. De este pintor existe constancia de una tabla con el mismo tema, que actualmente se conserva en la Casa de Pilatos de Sevilla.

[4] En una de estas capillas se reunió el tribunal eclesiástico que incoó el expediente de canonización de San Juan de la Cruz; en la misma en que se veneraba el Cristo de la Caña, de procedencia sudamericana(siglo XVI), ...

 

[5] En el centro de la capilla se conserva un pequeño nicho avenerado, posiblemente construido en el siglo XVI, y posteriormente ocultado por la ornamentación barroca.

jueves, 7 de marzo de 2024

El Ecce Homo de la Sacristía del Hospital de Santiago

 

Pintura mural de la Sacristía del Hospital de Santiago, representando al Ecce Homo, foto de José Carlos Martos 

El Ecce Homo de la Sacristía del Hospital de Santiago

Juan Ángel López Barrionuevo.

Sacristía del Hospital de Santiago, en el año 1991. Foto Ayuntamiento de Úbeda


El hospital de Santiago, edificio del siglo XVI, finalizado en 1575 a un paso del siglo XVII, tras trece años de obras, es concebido por su artífice, Andrés de Vandelvira, más como una auténtica micro urbanización multifuncional, –que como una edificación propiamente renacentista– se establece una correlación estilística pictórica, de manera que las pinturas murales de estos dos espacios responden a un planteamiento mental y simbólico propio de su época[1]. Esta decoración pictórica mural reúne unas premisas valorativas que escuetamente se manifiestan en que:

• Responden a un programa netamente manierista de geometrismo y figuración y como vehículo de una cierta simulación de magnitud espacial.

• Participan de la decoración pictórica manierista que trata de ocultar la desnudez arquitectónica, además de complementarla.

• Participan de un claro sentido estilístico clasicista, miguelangelesco, italianizante y romanista.

• Dejan sentir el influjo derivado de las obras de Julio de Aquiles (Julio Romano) y Alejandro Mayner, de los manieristas escurialenses, así como posiblemente de otros maestros italianos que trabajaron en tierras de Jaén.

• Por sus características son atribuibles a Pedro Raxis y Gabriel Rosales dos figuras de la escuela granadina y castellana que trabajaron en el retablo de la capilla del hospital de Santiago.

 • Contienen un programa rico en contenidos dogmáticos, espirituales y afiliación mitológica cristiana, reflejo eminente del humanismo, con tintes incluso erasmistas que recorren el mundo pagano para interpretaciones cristianas, con un concepto humanista del astroario, planteado tardíamente.

• Se evidencia una clara iniciación contra reformista propia del siglo XVII.

• Se reproduce un programa rico en contenidos iconográficos-iconológicos. Un complejo discurso intelectual que no deja de ser didáctico. Todo un alarde decorativo mural, que aglutina complejos valores patrimoniales de carácter histórico -artístico, que les hace ser considerados ejemplares para la ciudad y para la provincia, correspondientes a un momento histórico clave como es la transición del siglo XVI al XVII.

 





La Sacristía del Hospital de Santiago, siguiendo los postulados del Concilio de Trento, la capilla cuenta con una sacristía y una antesacristía para alojar los distintos objetos de la liturgia. La antesacristía es una pequeña sala rectangular, cubierta con bóveda esquifada, en donde se localizan las monumentales figuras de los profetas Jonás, Jeremías, Eliseo y Daniel. Los paramentos de esta sala muestran atlantes y cariátides fingidos, que sirven para enmarcar diversos medallones con bustos de santos. Finalmente, su sacristía es una gran sala rectangular con cuatro nichos para alojar las cajoneras, presidida con el escudo heráldico del Obispo Cobos. En la parte central se disponen los Padres de la Iglesia, representándose en los ángulos a los fundadores de diversas órdenes religiosas (San Antonio, San Benito, Santo Domingo y San Francisco), y ubicándose las Virtudes Teologales en los nichos. Encontramos ya algunos elementos que anuncian el cambio de sensibilidad del Barroco, como son el Ecce Homo y Cristo con la cruz a cuestas, así como un Niño de Pasión. En la bóveda se imitan casetones, decorados con grutescos y la representación de los dioses planetarios en la parte central, formando una cosmogonía.

Según el desaparecido historiador, Joaquín Montes Bardo, nos relata lo siguiente, acerca de las representaciones pasionales de Cristo, en este recinto: Expuesta la doctrina por medio de sus seguidores en grado heroico, dos tondos, situados en la parte superior de la Sacristía, muestran el modelo supremo: Cristo. Son dos secuencias de su Pasión, un Ecce Homo y La Caída. Por primera vez se representa un tema pasionista en una pintura mural del Renacimiento ubetense. Ello supone un giro formidable frente a la religiosidad manifestada en El Salvador, donde queda excluido el ciclo de la Pasión para insistir en la gloria de la Resurrección. El proceso de esta imaginería culminará durante el Barroco. Aquí la acompaña toda una teoría de textos ascéticos, acordes con la condición eclesiástica de sus moradores

En cuanto a las intervenciones que se han realizado en el edificio del Hospital de Santiago, durante la década de 1980. Ha sido la restauración de las cubiertas de la Sacristía, la que ha influido más negativamente en el buen estado de conservación de las pinturas murales, de la misma[2]. Así nos lo manifiesta José Manuel Almansa, el mal fario que tuvo este edificio por descuido de los albañiles y técnicos de entonces, ya que, durante el verano de 1989, dejaron descubierta esta sala, cuando estaban arreglando los tejados, y una nube se llevó parte del techo y muchas pinturas murales de los casetones de la bóveda. Hoy se manifiestan estos deterioros a modo de pérdidas de mortero, así como la presencia de una gran grieta estructural, sobre todo en la zona central de la bóveda. Otras intervenciones de menor importancia que también han influido negativamente han sido la colocación de puntas y tornillos que agujerean la pared para la sujeción de la instalación eléctrica. Así como la cubrición con tela de la parte inferior de los paramentos mediante la colocación de listones de madera clavados y atornillados, que supuestamente protegerían la decoración de estas áreas en ambos ámbitos.

 


 el mal fario que tuvo este edificio por descuido de los albañiles y técnicos de entonces, ya que, durante el verano de 1989, dejaron descubierta esta sala, cuando estaban arreglando los tejados, y una nube se llevó parte del techo y muchas pinturas murales de los casetones de la bóveda.

Bibliografía Consultada:

EL HOSPITAL DE SANTIAGO EN UBEDA: ARTE, MENTALIDAD Y CULTO (2ª ED .) JOAQUIN MONTES BARDO

Las pinturas murales del Hospital de Santiago. Fernando Sánchez Resa

 



[1] : Fundado por Diego de los Cobos, obispo de Jaén y sobrino de Francisco de los Cobos, comenzó a construirse en 1562, concluyéndose 1575. La concepción de este edificio responde a su carácter de obra benéfica hospitalaria, pero también a las necesidades del promotor de creación un espacio residencial y un panteón funerario, lo que determina una morfología que sobrepasa las necesidades estrictamente funcionales, para convertirse en un espacio de autoafirmación del propio fundador. Vandelvira romperá con el esquema tradicional de hospital de planta en cruz difundido en toda España, para concebir un hospital-palacio-panteón, cuyo referente más inmediato se encontraría en el Hospital de Tavera en Toledo. El edificio se organiza en torno a un patio central de tipo palaciego, al que se abre la capilla en el eje principal. A ambos lados de éste se sitúan dos naves, y en sus extremos laterales dos patios de planta rectangular. El conjunto queda cerrado por una gran crujía que proyecta al exterior una fachada a modo de gran paramento flanqueado por dos torres de planta cuadrada. En contraste con la austeridad que el edificio manifiesta externamente, en el interior la ornamentación se concentra en los frescos que decoran la capilla, sacristía, antesacristía y caja de escalera, y que constituyen uno de los pocos ejemplos de pintura mural del Renacimiento español.

[2] el deterioro de las pinturas del techo de la bóveda de la sacristía, debido a un descuido en el verano de 1989-90, durante las intervenciones de rehabilitación. Fueron bastantes los casetones centrales que se perdieron en la bóveda que albergaba las figuras de Saturno, Júpiter, Marte, Febo, Venus, Mercurio y Diana, reflejo de la visión cosmológica del momento, decoradas con grutescos de origen romano, según la Domus Áurea de Nerón; y cuyos dioses del Olimpo también se encuentran en el intradós de la entrada a El Salvador, siendo un valor que Úbeda posee por partida doble, pero que no valoramos suficientemente, pues son pocos los casos como éste que hay en toda España (creo que cinco), incluyendo los dos nuestros. Esta sacristía tiene un valor simbólico muy valioso…

sábado, 27 de enero de 2024

Grupo Escolar del General Saro o Eras del Alcázar de Úbeda. Cuarenta Años de la Clausura (1984-2024).

 

Grupo Escolar del General Saro o Eras del Alcázar de Úbeda. Cuarenta Años de la Clausura (1984-2024).

Juan Ángel López Barrionuevo

Edificio de viajeros del Conjunto de la estación del ferrocarril de Úbeda (Baeza-Utiel), y al fondo El Colegio del General Saro o del Alcázar de Úbeda. Ambas obras y proyectos impulsadas por el General Leopoldo Saro Marín, personaje histórico muy vinculado con la historia de la ciudad de los Cerros y que hizo mucho por ella... 


En próximas fechas, se va a inaugurar la regeneración del barrio y la puesta en valor de los restos arqueológicos de las Eras del Alcázar. Pero en esta ocasión, voy a hablar de un bien inmueble, que se sitúa en este lugar, me estoy refiriendo, al antiguo Colegio del General Saro, edificio con casi cien años, que este año se cumplen cuarenta años de que dejo de funcionar como centro docente y pasó a ser viviendas sociales.

Por Juan Manuel Almansa sabemos que en 1910, el Ayuntamiento vuelve a insistir en la necesidad de asignar dinero para construir nuevas escuelas, solicitando ayuda al Ministro de Fomento para tal fin. Igualmente, hacia 1912, el Círculo Católico de Obreros solicita establecer una escuela de párvulos dirigida por las hermanas de San Vicente de Paul en un barrio extremo de la población. Por su parte, la profesora María Jesús Carmona Barragán solicitaría la creación de una escuela de adultos, a imitación de otras existentes en la provincia, proyecto al que accede el consistorio costeando parte de los gastos.

En 1922 se planea la creación de los Grupos Escolares Nacionales ante el avanzado estado de ruina del Colegio de la Trinidad. Se decide fundar un grupo escolar en el Campo de la Libertad (Explanada), así como otras dos escuelas para niñas localizadas en otros barrios de la ciudad (adquiriendo el Ayuntamiento dos solares, ubicados en el Alcázar y el Cristo del Gallo). Las gestiones para hacer realidad este proyecto las llevó a efecto D. Leopoldo Saro y Marín, a quien se le agradecieron sus gestiones como intermediario ante el Gobierno.

En 1925, en que se encuentra una galería abovedada en el solar del antiguo Alcázar, al realizar los cimientos de los Grupos Escolares, relacionados con el Yacimiento Eras del Alcázar[1].

Se decide fundar un grupo escolar en el Campo de la Libertad (Explanada), así como otras dos escuelas para niñas localizadas en otros barrios de la ciudad (adquiriendo el Ayuntamiento dos solares, ubicados en el Alcázar y el Cristo del Gallo).

 Las obras de los tres centros fueron llevadas a cabo bajo la dirección del arquitecto Antonio Flores Urdapilleta, el contratista Fernando Forcé y los maestros de la localidad Juan Moreno y Miguel Campos Ruiz. Se tratan de tres construcciones idénticas, en estilo neomudéjar, realizados en ladrillo y piedra, y decoración de azulejos.

El Colegio del General Saro, al igual que las otros dos mencionados, se tratan de tres construcciones idénticas, realizados en ladrillo y piedra, de dos pisos y planta cuadrada dentro de la cual resaltan tres pabellones: uno central, ligeramente retraído y de menor altura y anchura; y dos en los extremos volumétricamente mayores y caracterizados por el uso de arcos de medio punto enjarjados en el nivel superior, con una cornisa volada de madera y elementos decorativos en cerámica. Todo el edificio se halla calado por ventanas adinteladas algunas de las cuales fueron transformadas seguidamente para reconvertirse en puertas de acceso

 


Aspecto actual del Grupo Escolar General Saro Y Eras del Alcázar

Por el historiador e hijo predilecto de Úbeda, Juan Gabriel Barranco Delgado estamos al corriente que El Colegio del Alcázar fue inaugurado en 1927, y denominado con nombre del gran benefactor e hijo adoptivo de Úbeda Leopoldo Saro Marín[2]. Llegada la república, en la sesión celebrada el 20-5-1931, se le cambió nombre por el de Pablo Iglesias y en la dictadura del General Franco se le volvió a poner el de General Saro. Este colegio estuvo en funcionamiento hasta la inauguración del colegio Matemático Gallego Diaz en 1984. Diremos también que, tras dejar de funcionar como Colegio en 1984, durante el curso 1984/1985 fue la primera sede del actual Colegio de Adultos.

Este antiguo grupo escolar, ha pasado diversas peripecias y metamorfosis por el tiempo -que han afectado especialmente a su interiores- ya que, en el año 1986, el Ayuntamiento de Úbeda, construye en el interior de este, 10 viviendas sociales con un presupuesto total de 150 MIL EUROS, 25 millones de la antigua peseta. Y, por último, en el año 1988, el Ayuntamiento, con un presupuesto de 108 MIL Euros, 18 millones de la antigua peseta, arregla los tejados de este inmueble.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                

 

Bibliografía Consultada:

HISTORIA DE LA ENSEÑANZA EN ÚBEDA Juan Barranco Delgado. 2018.

 Urbanismo y arquitectura en Úbeda (1808-1931). José Manuel Almansa Moreno. Asociación Cultural Ubetense “Alfredo Cazaban Laguna” 2011.

XII de Gestión Democrática en el Ayuntamiento de Úbeda. 1991. Escuela Taller.

https://www.museoandaluzdelaeducacion.es/los-primeros-grupos-escolares-nacionales-de-ubeda/

https://www.castillosnet.org/fortificacion.php?r=J-CAS-210&n=Alc%C3%A1zar%20de%20%C3%9Abeda

 



[1]El Alcázar de Úbeda ocupó el Cerro de Ibiut, dando origen a la ciudad de Úbeda. En la actualidad se trata de un importante yacimiento arqueológico conocido como "Eras del Alcázar", uno de los sitios arqueológicos más importantes de Andalucía, tanto por la entidad histórica de sus bienes como por su estado de conservación. Sus registros revelan una ocupación ininterrumpida de más de 6000 años de antigüedad, identificando a Úbeda como una de las ciudades más antiguas (si no la mas antigua) de Andalucía y de Europa Occidental.

El solar del alcázar acogió civilizaciones neolíticas, argáricas y posteriormente ibéricas, dándole al cerro el típico aspecto de un oppidum fortificado. Después fue utilizado como atalaya por los ocupadores cartagineses y romanos, que mantendrían la ocupación del lugar.

Con la conquista árabe, esta eminencia defensiva fue fortificada aún más, convirtiéndose en una valiosa alcazaba que daba cobijo entre sus fuertes muros a toda una ciudad interior. Su recinto noble acogía el Palacio del Moro (posterior Casa Real), así como la aljama mayor (la actual Iglesia de Santa María) sobre los restos anteriores de un templo de culto romanizado y en origen un solar sagrado de sus nativos ibéricos.

La alcazaba fue el núcleo fundacional de la ciudad. Con el el tiempo nació un arrabal fuera del alcázar, en los terrenos más llanos bajo el cerro de Ibiut, que fue adquiriendo importancia hasta el punto de tener que ser cercado, construyéndose así el actual recinto amurallado de Úbeda, que separaba la ciudad nueva del alcázar. En el año 852, Haxen-Ben-Abdalaziz, ministro del emir de Córdoba, mandó fortificar Úbeda y Baeza. Por tanto, hasta ese momento Úbeda era solo la alcazaba.

Tras su reconquista, primero en 1212 y finalmente en 1234, la plaza fue reconstruida y fortalecida por la permanencia durante 3 siglos más del cercano Reino de Granada.

En 1368 tuvo lugar la incursión de Mohamed V y Pero Gil, que obligó a los moradores del casco urbano a refugiarse en el alcázar.

El alcázar era a todos los efectos una ciudad independiente dentro de otra ciudad, gobernado por el alcaide de manera totalmente independiente del Concejo de la ciudad, de ahí los continuos conflictos por el poder entre unos y otros. Los diferentes donadíos repartidos entre los infanzones y nobles repobladores del lugar ya no dejaron de dar problemas y disputas por sus respectivas jurisdicciones. El concejo de la ciudad y los alcaides del alcázar ya no dejaron sus continuas fricciones.

Dividida en bandos, la nobleza se enfrenta a muerte por la posesión de la alcaldía del alcázar. Pero caída Granada, la pérdida de valor militar de la fortificación será su sentencia de muerte. Así, en 1502, Isabel la católica ordena la demolición del Real Alcázar de Úbeda, vender su piedra, rellenar los fosos y entregar sus tierras al concejo. Esta destrucción, consumada en 1507, afectó inicialmente más a los muros y baluartes interiores.

En fechas muy posteriores, se fueron minando otras torres, como las del Huerto de Carvajal, desaparecidas en 1675, los muros de La Saludeja en 1677, y varios muros interiores en 1678 que sirvieron para construir el puente de Olvera sobre el río Guadalimar en Navas de San Juan. La milenaria y ciclópea Torre de Ibiut, origen mítico de la ciudad, aguantó hasta una fecha tan reciente como mediados del siglo XIX.

En el siglo XIX, comienzan los intentos por construir viviendas en su recinto adosadas a sus muros y a las murallas, declarándose una guerra total contra los restos que aún había. Ya dejados a su propia suerte, los muros que quedaban se van perdiendo hasta llegar al principio del siglo XX, cuando ya se ha convertido el mejor monumento y testigo de la historia de Úbeda en un erial.

La Torre de Tierra o Torre de Ibiut

La Torre de Tierra o Torre de Ibiut, también citada como Torre de Asdrúbal, es el punto mítico de fundación de la ciudad. Se encontraba en el recinto exterior del alcázar, muy cerca del claro del Salvador.

Después de 1850 fue demolida, hallándose entonces a los pies de sus cimientos diversos enterramientos, objetos extraños que no se catalogaron ni estudiaron, salvo algunas vasijas de tipo celta que se conservan en el museo, y gran cantidad de esqueletos de enorme dimensión que los lugareños mitificaron como gigantes.

Muy cerca a la torre aparecieron también varias sepulturas con antiquísimos objetos de oro, un brazalete en forma de serpiente y otros dijes, a los que no se concedió más importancia que el precio que pagó un platero para su fundición, y así se perdió para siempre una parte importantísima para esclarecer la historia antigua de la región.

[2] Leopoldo Saro Marín (Morón, Santa María del Puerto del Príncipe, actual Camagüey, 11 de enero de 1878 - Madrid, 19 de agosto de 1936) fue un general del ejército español.

Hijo del coronel de Infantería Lesmes de Saro y González y de María Martina Marín de Almansa. Muy joven ingresa en la Academia de Infantería y en1895 es destinado a Cuba con el empleo de 2º Teniente donde participa en numerosas acciones contra los insurgentes; regresa a la península pocos meses antes de la derrota en esa guerra.

De servicio en Madrid hasta que se desencadena en 1909 la Guerra de Melilla, donde es inmediatamente movilizado al frente. Desempeñó numerosas acciones contra el enemigo, destacandoen la dramática acción del Barranco del Lobo, por la que sería ascendido a Comandante y destinado de nuevo a Madrid, donde ocuparía diversos puestos en el Ministerio de la Guerra y el Estado Mayor Central hasta que es nombrado coronel del Regimiento Inmemorial del Rey Nº1.

 

En 1921 la Guerra del Rif vuelve a destinarle a África, donde se destaca en numerosas acciones bélicas junto a los generales Cabanellas, Sanjurjo y Dámaso Berenguer entre otros, por lo que sería ascendido al generalato.

El general Saro fue miembro del Directorio Militar creado en septiembre de 1923 bajo la presidencia del general Miguel Primo de Rivera. Poco aficionado a la política y más a las fatigas de la guerra, volvió rápidamente a África a organizar los preparativos del Desembarco de Alhucemas, donde dirigió con acierto una de las columnas de ataque, por cuya actuación es ascendido a General de División y el monarca le otorga la merced de Conde de la Playa de Ixdain.

 

De vuelta a la península promueve la creación -y preside- el Patronato de Casas Militares antes de ser ascendido a Teniente General, ocupando una de las capitanías generales.

Con la llegada de la Segunda República, el general Saro es separado del servicio y procesado por el Tribunal de Responsabilidades Políticas por su actuación en el pronunciamiento de 1923, por lo que es sentenciado en 1932 por el delito de alta traición y auxilio, e ingresa en prisión, para ser amnistiado en 1934 y pasar a la situación de 2ª reserva.

 

Fue fusilado en Madrid el 19 de agosto de 1936 por milicianos republicanos.

Al margen de su carrera militar, promovió numerosas actividades para el desarrollo social, cultural y económico de la provincia de Jaén a la que estaba unido por lazos familiares. Destacan la construcción del ferrocarril Baeza-Utiel y la Comunidad de Regantes del Canal de Jandulilla, así como en Úbeda, la biblioteca municipal, varios grupos escolares, el Parador de Turismo, la reconstrucción de la Casa de las Torres, la Escuela de Artes y Oficios y el Teatro Ideal Cinema. Por todo ello y mediante suscripción popular, el escultor local y discípulo de Mariano Benlliure, Jacinto Higueras, erigió un monumento en su honor al que el escritor Antonio Muñoz Molina hace referencia en su novela Beatus Ille. La restauración de su estatua en la plaza de Andalucía deÚbeda generó polémica en 2006.1 Muñoz Molina se refiere a la citada plaza en la novela El jinete polaco como "la plaza del General Orduña" en Mágina, trasunto de Úbeda.

 

Era Gentilhombre de cámara con ejercicio del Rey Alfonso XIII y estaba en posesión de la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, así como de numerosas condecoraciones nacionales y extranjeras