![]() |
Interior de la Iglesia de la Trinidad, mes de Abril de 2022. |
POR LA RECUPERACIÓN DEL DOSEL DE LA CAPILLA MAYOR DE LA IGLESIA DE LA TRINIDAD.
Juan Ángel López Barrionuevo
Según la enciclopedia católica,
se denomina dosel a una cubierta
decorativa de tela, piedra, madera o metal, que se utiliza para coronar un
altar, trono, púlpito, estatua, etc. En el lenguaje litúrgico, el término se
emplea comúnmente para designar (a) la estructura que cubre un altar, antes
provista con cortinas y apoyada en cuatro pilares; (b) la cubierta suspendida
sobre el trono ocupado por los dignatarios de la Iglesia o príncipes; (c) la
cobertura bajo la cual se lleva a veces el Santísimo Sacramento en las
procesiones, etc. (N. de la T.: A éste ahora se le llama palio).
En la Edad Media se protegía los
altares con una cubierta que entonces se llamaba ciborio (N. de la T.: Ahora se
le llama ciborio al copón), pero que ahora se le conoce como baldaquino o dosel
que sobrevive en la actualidad como una característica de ciertos estilos de
arquitectura. Como un signo de distinción los obispos y prelados superiores
tienen derecho a una cobertura sobre los tronos que ocupan en ciertas funciones
eclesiásticas. Esto se llama un dosel. A veces se concede por privilegio
especial a los prelados inferiores a los obispos, pero siempre con limitaciones
en cuanto a los días en los que se pueden utilizar y el carácter de su
ornamentación. Cuando los obispos asisten a funciones solemnes en las iglesias
de regulares, éstos están obligados a colocar un dosel sobre la sede episcopal
(Cong. de Ob. Y Reg., 1603). Los príncipes disfrutan de privilegios similares,
pero sus asientos deben estar fuera del santuario, y regulados de acuerdo con
la costumbre.
El color del dosel debe
corresponder con el de las otras vestimentas. En las procesiones con el
Santísimo Sacramento se utilizan dos tipos de dosel. Uno de pequeñas
dimensiones y con la forma de un paraguas ---excepto que es plano y no
cónico--- y se denomina ombrellino (pabellón). Está provisto de una vara larga
con la cual se sostiene. El otro, llamado un baldaquino, es de estructura más
elaborada y consiste, en su diseño principal, de un marco rectangular de rica
tela, sostenido por cuatro, seis u ocho varas, con las que se lleva. En ambos
casos, la cubierta consiste en un paño de oro, o en seda de color blanco. El
pabellón se utiliza para llevar el Santísimo Sacramento a los enfermos y para
el transporte desde el altar al baldaquino. Este último se utiliza para todas
las procesiones públicas, cuando es llevado por los nobles del más alto rango,
el más digno lleva las varas más importantes. Está prohibido llevar las
reliquias de los [[Comunión de los Santos|santos bajo el baldaquino, pero este
honor se le puede dar a los de la Sagrada Pasión (Sag. Cong. Rit. mayo 1826).
![]() |
Desaparecido Retablo de la Iglesia de la Trinidad. Foto Archivo Diego Godoy |
Desaperecido Dosel e interior de la Iglesia de la Trinidad. Año 1967. Archivo Ayuntamiento de Úbeda |
EL ARTISTICO DESAPARECIDO DOSEL DE LA CAPILLA MAYOR DE LA IGLESIA DE LA TRINIDAD.
Capilla Mayor de la Iglesia de la Trinidad.
El tesoro artístico de bienes de
mueble que guardaban las iglesias de Úbeda al igual que la centenaria Semana
Santa de la ciudad, de sabor peculiar e intensa personalidad entre lo
castellano y andaluz, no escapó a este deicidio incontrolado de quema de
imágenes, de saqueo y destrucción masiva de su tesoro artístico cofrade. Como
otras ciudades de su entorno, de Andalucía y del resto del territorio nacional,
pasado el periodo bélico, Úbeda -sus cofrades mecenas- hubo de recomponer el
legado recibido siglos atrás que en este tiempo de aciago recuerdo fue
indignamente arrasado. Aunque desgraciadamente, habiendo buenos escultores en
Úbeda en tiempos de la Posguerra, renovando el tesoro artístico cofrade de la
ciudad, la fábrica de la iglesia no fue atiborrada de retablos, que ocultasen
las paredes frías de un templo barroco, como es el caso de la iglesia
trinitaria ubetense.
El elemento de bien de mueble
perdido más importante, fue el retablo del altar mayor trinitario. Miguel Ruiz
Prieto, los describía de la siguiente manera: “…es amplio y elevado; su altar
es grandioso, de excelente construcción, hecho en 1764, según se consigna en un
medallón que hay encima del tabernáculo, sobre el que se abre un nicho que
ocupa una imagen de la Inmaculada Concepción. Sobre este nicho, hay otro con
una buena imagen del Santo Rey conquistador y fundador de este convento y la
Santísima Trinidad. Su lado derecho está adornado con las efigies de San Juan
de Mata y San Jacinto, y en el izquierdo se veneran las efigies de San Félix de
Valois, rey de Francia. Todo el conjunto es de estilo barroco…”. En la actualidad,
la desnudez del testero del altar mayor, discrepa el conjunto barroco de la
fábrica. Desde 1963, la monumental imagen del Cristo de la Expiración, obra de
Juan Luis Vasallo, adorna la escasez artística del altar mayor
La imagen del Señor de la
Expiración, es obra del gaditano Juan Luis Vasallo Parodi, data del año 1942.
Tras mantener varios trámites la Hermandad con la parroquia y el obispado,
desde 1963 la imagen del Cristo, ocupa el testero del Altar Mayor.
Entre los años 1955 al 1961,
debido al deterioro, al no haber capellanes en el templo trinitario, la
Hermandad se ve obligada de trasladar su imagen titular a la capilla del Deán
Ortega, de la iglesia de San Nicolás.
En el año 1963, el escultor Ramón
Cuadra Moreno, realiza un dosel de terciopelo rojo con remate de madera
sobredorada, para albergar en su centro al Cristo de la Expiración y
tabernáculo de madera sobredorada. En el año 1981, este dosel desaparece con
motivo de las obras que se llevaron a cabo en la iglesia, excepto el
tabernáculo que es llevado a la Capilla del Deán Ortega de la Iglesia de San
Nicolás.
Cabe destacar, que la poca
ornamentación con que se dotó el templo trinitario después de la Guerra Civil,
desapareció en la década de 1980 y principios del siglo XXI y hoy sus paredes
están clamorosamente desnudas. Una lástima que un templo que con muy poco de
patrimonio de mueble ornamental, sería más admirable aún.
Tras la reapertura al culto en
1984 de la iglesia de la Trinidad, no se volvió a poner entonces. La verdad es
que, las imágenes sin retablo o dosel, me parece como quien dice les falta algo…
así la imagen del Crucificado de la Expiración, pierde su monumentalidad con el fondo de la piedra fría de la propia
iglesia…
Por último, felicitar a la Junta
Directiva de la Cofradía de la Expiración, por su iniciativa de volver a poner dosel como
altar de cultos, para la celebración de su Fiesta Principal y Septenario celebrado
el pasado mes de Abril de 2022.
Aunque tras los cultos,
desconozco los motivos del porque no se ha quedado de forma permanente
Bibliografía:
Semana Santa en Úbeda. Juan Ramón
Martínez Elvira.
Cæremoniale Episcoporum, (Roma,
1902), passim: Du CANGE, Glossarium Latinitatis, s. vv. Conopeum, Ciborium,
Baldachinum (Venecia, 1738); PUGIN, Glossary of Ecclesiastical Ornaments, s.v.
Canopy (Londres, 1868); BOURASSÉ Dictionnaire d'archéologie sacree, s.v.
Baldaquin (París, 1851); KRAUS, Geschichte der christlichen Kunst (Friburgo im
Br., 1896), I, 372 etc.
Fuente: Morrisroe, Patrick. "Canopy."
The Catholic Encyclopedia. Vol. 3. New York: Robert Appleton Company, 1908. 26
Feb. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/03297c.htm>.
No hay comentarios:
Publicar un comentario