Justo días después, de la celebración del 460 Aniversario de la
Consagración de la Sacra Capilla de El Salvador, ha sido noticia en los medios
de comunicación locales, el hallazgo de
los restos de la Capilla Funeraria o enterramiento familiar Cobos y Molina, en los actuales
trabajos arqueológicos de puesta en valor de la desaparecida Iglesia de Santo
Tomás.
DON FRANCISCO DE LOS COBOS Y MOLINA; De origen
hidalgo, descendiente de una familia de conquistadores de la ciudad de Úbeda,
desde joven emprendió una carrera de estado que le llevaría a escalar cotas de
máxima responsabilidad en la España imperial de la primera mitad del s. XVI.
Secretario de estado del
emperador Carlos V de Alemania y primero de España, consejero de Felipe II,
secretario del consejo supremo, comendador de León, Adelantado de Cazorla,
señor de las villas de Sabiote, Torres, Canena, Volliza y caballero de
Santiago, durante muchos años dirigió los asuntos de España, Italia y las
Indias.
Hombre de confianza del
emperador, le acompañó durante todos sus viajes y expediciones a Alemania,
Italia y Berbería.
Burócrata, mecenas y
coleccionista de obras de arte, supo rodearse de consejeros artísticos y
artífices de la talla de los Maestros de obras Andrés de Vandelvira, Siloé, o
Luis de Vega, escultores como Berruguete o el francés Esteban Jamete o pintores
como Julio de Aquiles, así como de otros artistas traídos de Italia.
En 1536 Cobos manda construir la
Sacra Capilla de el Salvador, como panteón funerario y formar así parte de un extenso programa artístico (del
que formaban parte su Palacio, una Universidad y un Hospital) destinado a
encumbrar la fama, la fortuna y la gloria personal que había alcanzado el
secretario personal de Carlos V; para lo que recurrió a artistas de primer
nivel. El proyecto inicial se encargó a Diego de Siloé, mientras que la
realización corrió a cargo de Andrés de Vandelvira a partir de 1540.
En mayo de 1547; aún sin estar concluidas las
obras de construcción Sacra Capilla de El Salvador, don Francisco de los Cobos fallece a los setenta
años de edad y es sepultado en la Capilla familiar que tenía como ya he
indicado en la Iglesia de Santo Tomás.
Año de 1559, doce años después de
su fallecimiento, se procede a la consagración de la Sacra Capilla de El
Salvador y posterior exhumación de los restos mortales de Cobos de su Capilla Funeria
de la desaparecida Iglesia de Santo Tomás, para
ser enterrado en la recién consagrada Sacra Capilla, impresionante monumento
mortuorio.
Dentro de estas exhumaciones
especiales, aparte de la que acabamos de mencionar, se podría englobar algunos ejemplos de los
casos más sonados, de la historia reciente como:
La reciente exhumación de los
restos del Dictador Francisco Franco.; La exhumación de Salvador Dalí; La
exhumación de Pablo Escobar; La exhumación de Ruíz Mateos…
La exhumación como el acto de
desenterrar o extraer un cadáver de aquel lugar donde fue enterrado
(cementerio, fosa, cripta,…). Es decir, en el momento en el que se desentierran
los restos de un fallecido se estará realizando una exhumación.
LA CAPILLA FAMILIAR DE LOS COBOS DE LA IGLESIA DE SANTO TOMÁS. (pincha enlace).
En el siglo XVI, exactamente en
1525, Don Francisco de los Cobos, después de obtener permiso del Obispo de
Jaén, edifica en la iglesia una gran capilla funeraria a su padre Don Diego de
los Cobos. La construcción de esta capilla que contaba con sacristía y coro,
supuso una gran reordenación del ala sur de la iglesia de Santo Tomás.
Las ruinas de la citada iglesia
de Santo Tomás se tratan de una antigua
iglesia de Úbeda, en la collación del mismo nombre, y que era la segunda en
importancia de la ciudad, tras la actual Basílica y ex colegial de Santa María
de los Reales Alcázares. Se presentaba como un hermoso templo a las espaldas de
la Sacra Capilla de El Salvador, que se
asomaba sobre la muralla árabe, a la campiña sobre el saliente de La Loma, era
espaciosa tenía tres naves, y muchas
capillas laterales ofrecidas por las familias más nobles del lugar, entre ellas
la de los Cobos. Tenía anexa un viejo beaterio y el Hospital de San Pedro y San
Pablo.
Fue saqueada e incendiada durante
la invasión francesa, y durante todo el siglo XIX ya no dejó de arruinarse. Aunque se
conservaron bastantes restos hasta 1949, ya que en 1951 se realizó la demolición
de la iglesia, por orden del Ayuntamiento, para la construcción de nuevas viviendas
sociales.
En la actualidad se están
realizando trabajos en las ruinas de la
Iglesia de Santo Tomás, donde se han encontrado nuevos restos arqueológicos
gracias al proceso de excavación arqueológica que se ha realizado para determinar
las distintas fases arquitectónicas que se suceden desde el siglo XIII hasta
1843 en este lugar histórico.
Anteriormente, se han llevado a
cabo las labores de desbroce y limpieza del recinto, además de la retirada de
escombros que cubren la planta de la iglesia, y que formaban parte de las mencionadas
viviendas sociales, conocidas como antaño Patios de Santo Tomás.
El Servicio Urbanístico del
Ayuntamiento, es el encargado de la recuperación del espacio, señalando que
este proceso de investigación es "necesario para poder emprender, en
siguientes fases, la consolidación, restauración y protección de las estructuras".
El principal objetivo del
Consistorio, es que en un futuro este
lugar pueda convertirse en un nuevo recurso turístico de esta Ciudad Patrimonio
de la Humanidad, así como un elemento dinamizador del barrio, junto a la futura
puesta en valor del Palacio Francisco de los Cobos, como sede de la UNED.